MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La escritora especializada en violencia de género Núria Varela, quien publica el libro ‘El síndrome Borgen’ en el que reflexiona sobre la presencia/ausencia de las mujeres en la toma de decisiones, ha afirmado que hay pocos lugares en los que se da una situación paritaria en el poder y que ni siquiera los gobiernos que aparentemente la tienen, son paritarios.
“Todavía hay muy pocos lugares en los que estemos en una situación paritaria. Ni siquiera en los gobiernos que aparentemente sí, pero solo es en la primera línea. En España, en el caso de ministros y ministras. Luego, según vas bajando a segundas y terceras líneas, esa paridad ya desaparece. Hay muy pocos lugares, realmente, donde estemos en paridad”, ha indicado Varela en una entrevista a Europa Press.
Varela aborda cómo es la situación de la mujer en la política y en los mandos de poder, una situación caracterizada por la violencia, ejercida por la “resistencia” de los hombres a compartir y democratizar el poder.
“Las estructuras de poder, las estructuras políticas, están hechas por hombres y para hombres. Porque nosotras no estábamos cuando se diseñaron y realizaron. De manera que el ejercicio del poder por parte de las mujeres supone una transformación importante de esas estructuras”, ha argumentado Varela.
La autora señala, al igual que hace en el libro, que el 1 de enero de 2023 había 36 mujeres en el cargo de jefas de Estado y/o Gobierno, y que unos meses después, en septiembre, solo quedaban 28. Esto significa que, a este ritmo, según los cálculos de Naciones Unidas, la igualdad de género en las más altas esferas de decisión política no se logrará hasta dentro de 130 años.
Además, en el libro se indica que solo hay trece países en los que las mujeres ocupan el 50 por ciento o más de los puestos de ministras del Ejecutivo que dirigen áreas políticas.
Las cinco carteras más ocupadas por ministras son Mujer e Igualdad de Género, Familia e Infancia, Inclusión Social y Desarrollo, Protección Social y Seguridad Social, y Asuntos Indígenas y Minorías.
Varela denuncia que, pese a estos datos, se produzca “la paradoja” de que el discurso político, social y mediático sea el contrario, que cada vez hay más mujeres en más sitios de poder: “De ahí la reflexión que propone el libro, que eso no es cierto, no está ocurriendo”, ha destacado.
SÍNDROME BORGEN
El título escogido para este libro es simbólico, ya que Borgen es una serie de televisión danesa que relata el ascenso de Birgitte Nyborg a primera ministra en Dinamarca, la primera mujer danesa en ocupar ese puesto.
A su vez, Borgen significa “castillo”, traducido literalmente, que en Dinamarca es el término coloquial con el que se conoce el palacio de Christiansborg, el edificio donde residen los tres poderes: el Parlamento (el Folketing), la oficina del primer ministro y la Corte Suprema.
Según indica Varela en el libro, en la serie Borgen, prácticamente aparecen todos los signos que se repiten cuando las mujeres llegan al poder y se desarrollan hasta que este consigue expulsarlas. En el puesto número uno, sin duda, continúa la presión sobre el cuerpo, el aspecto y los ciclos vitales de las mujeres.
“Yo hablo del síndrome porque el síndrome es algo que presenta una serie de síntomas. Y los síntomas que podemos analizar que hacen que la vida política sea insoportable para las mujeres van desde la presión sobre el cuerpo, que quizás es la más conocida, pero también sobre los ciclos vitales de las mujeres, el tratar a las mujeres cuando están en política como mujer por encima de todo. Da igual el cargo que tenga, la presión que se ejerce en las redes sociales, el desprestigio continuo”, ha detallado al autora en la entrevista.
CASOS CONCRETOS
Preguntada por ejemplos específicos que se hayan dado en la política española, Valera ha destacado el caso de Mónica Oltra, como un caso en el que “las denuncias anónimas” han tenido mucho peso.
Sobre el caso de Oltra, Varela ha señalado que “cuando empezaron a denunciarla, fueron sus propios compañeros, sus propios socios los que le pidieron que dimitiera. Años después, la justicia dice que no tenía ningún motivo, no había ninguna causa. Pero en ese momento, lejos de apoyarla, se le pide que dimita”.
Según Varela, “el problema habitualmente es que las mujeres cuando se enfrentan a la violencia en la política, al descrédito, al hostigamiento, al acoso, a la extorsión, habitualmente se quedan solas. No tienen esa red de apoyo (como tienen los hombres) que es muy significativa de lo que supone ejercer el poder”.
Además, ha destacado que la mayor parte de mujeres que dejan la política en España o son expulsadas o se van aludiendo a “una cosa muy genérica”, como motivos personales o cansancio.
“Desde luego en España son numerosísimas. Dolores Delgado dejó la Fiscalía General del Estado, Adriana Lastra dejó la Vicesecretaria General del PSOE y Elsa Artadi dejó también su cargo como portavoz de la Generalitat”, ha mencionado Valera.
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