MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El conflicto armado en la ciudad de Las Anod entre las fuerzas de la región separatista somalí de Somalilandia y grupos milicianos partidarios de la incorporación al Gobierno federal está a punto de cumplir cuatro meses con un balance estimado de más de 200 muertos, miles de desplazados, nuevos enfrentamientos y sin final a la vista.
Lo que ocurre en la localidad es el último episodio de un largo conflicto, pero el repunte de las hostilidades tiene su germen directo en los asesinatos en diciembre del presidente del partido de oposición somalilandés Wadani, Abdifatá Abdulahi Abdi, alias ‘Hadrawi’, y el asesinato a principios de enero de Mohamed Ali Saadle, guardaespaldas de un influyente empresario local.
Ambos asesinatos desencadenaron una ola de protestas a principios de enero en medio de versiones conflictivas sobre lo ocurrido.Entonces, las fuerzas del Gobierno independentista somalilandés intentaron atajar con violencia las protestas antes de retirarse provisionalmente ante los avisos de la comunidad internacional. La represión, denuncia la oposición, dejó al menos una veintena de muertos. Los militares de Somalilandia aseguraron, por contra, que estaban repeliendo ataques armados de los manifestantes.
El 6 de febrero, las escaramuzas acabaron degenerando en un combate abierto en la ciudad entre las fuerzas de Somalilandia y grupos milicianos después de que los líderes locales representados en la llamada Autoridad de Unidad y Salvación de las regiones de Sool, Sanaag y Cayn (SSC), declararan su intención de volver a unirse a la Somalia federal.
Estos combates representan, en realidad, un nuevo episodio de la larga disputa territorial que mantienen desde 2007 la autoproclamada república de Somalilandia y la región semiautónoma somalí de Puntlandia, en el norte del cuerno de África.
Las autoridades de Puntlandia han sido acusadas por Somalilandia de auxiliar a las milicias del SSC. La región semiautónoma, por su parte, ha negado toda implicación mientras que la oposición unionista de Somalilandia considera que el presidente independentista, Muse Bihi Abdi, está detrás de toda esta violencia en su esfuerzo de retrasar las elecciones.
La votación estaba prevista para el 13 de noviembre, un mes antes del final del mandato del presidente, en una llamada a las urnas que se consideraba como un hito para un Estado hasta hace unos años relativamente pacífico que lleva décadas tratando de obtener el reconocimiento internacional después de que declarase su independencia del resto de Somalia en 1991.
El presidente ha negado toda responsabilidad en la muerte de Hadrawi, de la cual ha acusado a los “enemigos de Somalilandia”.
Los combates parecían haber disminuido en intensidad durante los últimos días pero este sábado Somalilandia ha acusado a las fuerzas “dirigidas por Puntlandia”, en referencia a las milicias, de ejecutar un ataque contra sus fuerzas a las 04.30 de esta madrugada, según un comunicado recogido por el portal Hiraan On Line.
El Gobierno de Somalilandia afirmó que estaba manteniendo una posición defensiva cuando ocurrió el presunto ataque, en violación del “alto el fuego provisional” declarado por sus fuerzas.
Por contra, las milicias responsabilizan a Somalilandia de un “fuerte ataque en las afueras de Las Anod” y que “las fuerzas estacionadas en la ciudad están defendiendo la ciudad de las fuerzas secesionistas”.
Ninguna de las dos partes ha dado cifras de víctimas sobre estos últimos enfrentamientos.
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