COPENHAGUE, 28 (DPA/EP)
El Gobierno de Noruega ha ordenado el refuerzo de la vigilancia para proteger las infraestructuras de gas y petróleo, después de que los gasoductos Nord Stream hayan sufrido esta semana un supuesto sabotaje que ha provocado fugas de gas en el mar Báltico.
El primer ministro noruego, Jonas Gahr Store, ha afirmado que, “aunque no hay una amenaza concreta”, es necesario aumentar la seguridad. “Tenemos una responsabilidad especial como el mayor suministrador de gas de Europa”, ha explicado en rueda de prensa.
La Policía del país nórdico investiga la presencia de drones cerca de instalaciones en alta mar, especialmente en septiembre, y Noruega se ha sumado a la tesis del sabotaje para valorar las fugas en el Nord Stream 1 y el Nord Stream 2, ocurridas en un estrecho margen de tiempo.
“Los indicios que apuntan a que fue un acto deliberado crecen y es una situación muy grave”, ha advertido el primer ministro, que ve “crucial” que Europa y la OTAN actúen “juntos” frente a posibles amenazas.
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