La exmandataria chilena afirma que votaría a favor del actual anteproyecto
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y expresidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha asegurado este lunes que no sería “una buena señal” que la nueva Constitución chilena sea aprobada “con ciertas ideas que no representen a todos”, y ha advertido de que habrá personas que votarán en contra sin saber el contenido del proyecto.
“Hay gente que ni siquiera sabiendo qué va a salir van a votar en contra (…), no sería una buena señal el que no fueran capaces de ponerse de acuerdo o que sacaran una Constitución con ciertas ideas que no representen a todos. Yo creo que es un dilema político”, ha declarado Bachelet, según ha recogido el diario chileno ‘El Mercurio’.
Además, ha añadido que existe “un segundo dilema político” debido a que “todas las campañas fueron sobre seguridad, la gente creyó que la seguridad se iba a resolver con esta Constitución y a los que más les creyó votó por ellos y la seguridad nunca se ha resuelto por ninguna Constitución”.
Bachelet ha expresado que no hay ningún “sistema perfecto” y que siempre se pueden hacer correcciones del sistema electoral, aunque lo más importante es “elegir bien a la gente”.
La exmandataria ha opinado que esta etapa sirve para “validar y perfeccionar”, sobre todo en lo respectivo a las iniciativas en materia de transparencia.
A pesar de que el proyecto incluye algunas enmiendas “que para muchas mujeres serían un retroceso”, Bachelet ha reflejado su apoyo a esta nueva Constitución.
“Yo me leí entero el anteproyecto, no sé cuántos chilenos se van a leer el proyecto que salga, pero yo si fuera algo parecido a esto votaría a favor”, ha asegurado la Alta Comisionada.
La redacción de una nueva Constitución fue la gran promesa con la que en 2021 el entonces presidente, Sebastián Piñera, logró aplacar una ola de protestas bautizada como ‘estallido social’. Una convención constituyente con mayoría de independientes, aunque inclinaciones de izquierda, acometió un primer intento que terminó siendo rechazado en septiembre de 2022, ya con el actual presidente del país, Gabriel Boric, en el poder.
Una amplia mayoría de los votantes dijeron ‘no’, al término de un proceso marcadamente politizado y en el que se ponían negro sobre blanco cuestiones como la plurinacionalidad o el derecho al aborto. Pese a que ocho de cada diez chilenos habían dicho en un referéndum previo que querían una nueva Constitución, casi el 62 por ciento de los votantes terminaron prefiriendo quedarse con el texto de 1989.
Boric, promotor del ‘sí’, asumió la derrota pero evitó tirar la toalla, dando inicio a un nuevo proceso. La victoria de la derecha en las elecciones del pasado mes de mayo para designar el nuevo Consejo Constitucional de Chile está siendo determinante a la hora de pactar la redacción de un proyecto constitucional, en el que previsiblemente no estará recogido el derecho al aborto y se apostará por sistemas sanitarios o de pensiones que favorezcan también la presencia de entidades privadas.
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