MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Un estudio con la cohorte INMA llevado a cabo por varios equipos del CIBERESP ha demostrado cómo tener niveles más altos de vitamina D en la edad preescolar podría estar relacionado con una menor probabilidad de desarrollar eccema durante la infancia.
El estudio desarrollado por la investigadora Sangüesa y colaboradores ha utilizado datos de las cohortes INMA-Asturias, Guipúzcoa, Menorca, Sabadell y Valencia para evaluar la relación entre los niveles de vitamina D y el desarrollo de alergias y asma en la infancia.
La prevalencia de la deficiencia de vitamina D puede ser de hasta el 75 por ciento en adultos, incluso en países del sur de Europa donde las horas de luz solar son abundantes. Especialmente, las mujeres embarazadas y los lactantes corren un mayor riesgo. La vitamina D es importante para el desarrollo del sistema inmunitario, y su carencia puede estar relacionada con el desarrollo de alergias y asma en la infancia.
Mientras que la mayoría de los estudios anteriores solo analizaron los síntomas de alergia y asma en un momento determinado, este estudio da un paso más para examinar el efecto de los niveles de vitamina D tanto durante el embarazo como durante la infancia.
Alrededor del 19 por ciento de las madres y el 24 por ciento de los niños presentaban carencias de vitamina D. El estudio concluyó que tener un nivel más alto de vitamina D en edad preescolar estaba relacionado con una menor probabilidad de padecer eccema durante la infancia. Además, tener un nivel más alto de vitamina D durante el embarazo y la infancia podría reducir la probabilidad de sibilancias de aparición tardía.
El estudio se basa en la bibliografía existente sobre el posible efecto positivo de los niveles de vitamina D en niños en edad preescolar sobre el eccema atópico. Esto podría deberse a que la vitamina D interviene en la prevención de las respuestas inflamatorias y las infecciones.
Sin embargo, los autores subrayan la importancia de que se realicen más estudios que evalúen los niveles de vitamina D durante el embarazo y la infancia, y que evalúen los síntomas alérgicos y asmáticos más adelante en la infancia y adolescencia para confirmar los resultados.
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