El relator especial sobre Derechos Humanos de Irán alerta de que la salud de la periodista corre peligro en prisión
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
La destacada activista iraní Narges Mohammadi, galardonada este año con el Premio Nobel de la Paz y encarcelada en una prisión de la capital, Teherán, ha instado a Naciones Unidas y a las organizaciones humanitarias a ejercer “una presión sistemática” contra Irán por sus violaciones de Derechos Humanos.
El director de Iran Human Rights (IHR), Mahmud Amiri-Moghadam, ha leído este lunes una declaración de la premio Nobel durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en la que pide extender los mandatos de la misión independiente de investigación y del relator especial sobre Derechos Humanos de Irán, Javaid Rehman.
“El pueblo de Irán soporta violaciones de Derechos Humanos sistemáticas, generalizadas e institucionalizadas cometidas por la República Islámica. Con el reciente aumento de las protestas, la represión ha aumentado, dirigida no sólo a los disidentes políticos sino también a las mujeres, las minorías religiosas y los grupos étnicos”, ha alertado.
De hecho, este mismo lunes Rehman ha expresado preocupación ante el Consejo de Derechos Humanos por la premio Nobel iraní, que sufre “enfermedades cardíacas y pulmonares graves”, lo que “pone en riesgo su salud” en prisión. Asimismo, ha puesto el foco en el acoso, la intimidación, los ataques y arrestos que sufren abogados, periodistas y sindicalistas.
“Además de responsabilizar a los autores de crímenes graves durante el reciente movimiento por la libertad de las mujeres, insto a la comunidad internacional a establecer mecanismos de rendición de cuentas con respecto a acontecimientos emblemáticos de larga duración que han tenido una persistente impunidad”, ha indicado.
Por su parte, la presidenta de la misión independiente de investigación sobre Irán, Sara Hossain, ha recordado que la muerte de la joven Mahsa Amini –que desató las protestas antigubernamentales– fue “ilegal y causada por violencia física bajo custodia de las autoridades estatales”.
“Expresaban demandas de una reforma social y política más amplia. Pero la respuesta a esas protestas no fue de reciprocidad ni reconocimiento de ninguno de esos agravios. En cambio, vimos respuestas bastante brutales. Todo el aparato estatal fue movilizado”, ha explicado.
Hosain ha denunciado “casos de violaciones en grupo” durante las protestas”. “Descubrimos que estos actos se cometieron tanto en centros de detención oficiales como no oficiales”, ha señalado, agregando que los casos que fueron juzgados contaron con numerosas irregularidades.
En conclusión, la misión ha determinado que durante las protestas hubo un uso innecesario y desproporcionado de la fuerza, detenciones arbitrarias, torturas y malos tratos, violaciones y violencia sexual, desapariciones forzadas y persecución de género, entre otras.
“Creo que estamos un poco sorprendidos, o tal vez no tanto, pero ciertamente decepcionados, al escuchar al Gobierno de Irán decir esta mañana nuevamente que sentían que estábamos siendo parciales y políticamente motivados y que actuamos a instancias de ciertos gobiernos”, ha aseverado.
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