MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Al menos trece personas han muerto y cerca de 5.600 se han visto desplazadas a causa de los recientes combates entre dos facciones rebeldes en el estado de Darfur Central, en el oeste de Sudán, según ha confirmado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El organismo ha indicado a través de su página web que los enfrentamientos entre facciones del Ejército de Liberación de Sudán-Abdel Wahid (SLA-AW) estallaron el 19 de noviembre en la localidad de Shamal Yamal Marra, extendiéndose a zonas cercanas.
Así, ha apuntado que “líderes comunitarios indican que trece personas han muerto, cuatro han resultado heridas, doce están desaparecidas y seis han sido secuestradas”, mientras que cerca de 32.000 personas “han perdido el acceso a sus granjas y campos de cultivo debido a la inseguridad, mientras que algunas granjas han sido incendiadas”.
“Un número aproximado de 5.600 personas han huido de sus hogares y se han refugiado en los campamentos de desplazados de Sabanaga y Toga y en las localidades de Tartora, Kumay y Jokosti”, ha dicho, antes de resaltar que también hay informaciones de personas que han huido hacia el estado de Darfur Sur.
La OCHA ha resaltado que los campamentos de Sabanga y Toga acogen ya a cerca de 16.000 personas que “ahora comparten su comida, cobijo, agua, material de higiene y servicios sanitarios con los nuevos desplazados”.
“La situación sigue siendo tensa e impredecible y hay informaciones que apuntan a que ambas partes están movilizando sus fuerzas para más conflicto”, ha manifestado, antes de confirmar que “las fuerzas de seguridad se han desplegado en las áreas afectadas, que están ahora inaccesible a trabajadores humanitarios a causa de la inseguridad”.
La región de Darfur ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias a pesar del histórico acuerdo de paz de octubre de 2020 con varios grupos rebeldes, que intenta poner fin a los combates que estallaron en 2003, que han dejado al menos 300.000 muertos y más de 2,5 millones de desplazados.
El expresidente Omar Hasán al Bashir –derrocado en un golpe de Estado en abril de 2019–, así como otros altos cargos durante su mandato, son buscados por el Tribunal Penal Internacional (TPI) por supuestos crímenes de guerra y contra la Humanidad en el marco de este conflicto.
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