La ONG alerta que la situación es “resultado de un abandono sistemático” ante el drástico aumento de casos
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha hecho un llamamiento a incrementar “inmediatamente” los esfuerzos para frenar el brote de cólera en Sudán del Sur y ha alertado de que los desplazados internos son especialmente vulnerables debido a sus condiciones de vida en los campamentos.
“Lo que estamos presenciando no es sólo un brote de cólera, es el resultado de un abandono sistemático”, ha dicho el jefe de la misión de la ONG en Sudán del Sur, Mamman Mustapha, quien ha detallado que “los campamentos están sobrepasados por montañas de residuos no recogidos”, mientras que “las letrinas están rotas” y han llevado a la gente a hacer sus necesidades a campo abierto.
“Los residuos fluyen entre las tiendas y los puestos de comida de la gente. Como resultado, el agua potable está contaminada y los pacientes llegan a los centros de tratamiento par el cólera en estado crítico”, ha lamentado, al tiempo que ha alertado de que “muchas personas están a las puertas de la muerte” por el brote en el país africano.
Así, Mustapha ha aseverado que “sin una acción inmediata para abordar las malas condiciones en las que vive la gente, se espera que los casos de cólera se disparen en los próximos días y semanas”, con MSF respondiendo al brote en cinco de los siete estados afectados, donde da atención sanitaria, agua y apoyo en higiene, así como servicios comunitarios.
Los equipos de la ONG están presenciando, en particular en los campamentos en Unidad y Ecuatoria Central, un aumento alarmante de los casos sospechosos de cólera. Decenas de miles viven desde hace más de una década en los campamentos de Bentiu y Rubkona, a donde llegaron huyendo de la violencia y cuyas condiciones son inadecuadas, con un empeoramiento por la falta de fondos por parte de los donantes.
Además, las comunidades locales están igualmente expuestas al agua contaminada, con poco acceso a letrinas, lo que ha derivado en que desde la declaración del brote el 28 de octubre hasta el 15 de diciembre se hayan detectado 4.007 casos de cólera en el condado de Rubkona.
El coordinador de respuesta de emergencia de la organización en Sudán del Sur, Albert Stern, ha detallado que “en sólo cuatro semanas, los equipos de MSF han tratado a más de 1.210 pacientes de cólera, muchos de los cuales llegan en estado crítico por deshidratación grave”. “De forma trágica, se han perdido 92 vidas en el estado de Unidad”, ha añadido.
MSF ha subrayado además que el brote está empeorando también en los antiguos campos para la protección de civiles instalados por Naciones Unidas, en la capital, Yuba, donde viven unas 63.000 personas, con 1.700 casos tratados en las últimas semanas y al menos 25 fallecidos confirmados.
Nyaluak Kuol y su hijo de dos años, Tesloach Manah, ha afirmado tras ser tratados en un centro de MSF que el campamento en el que viven está “superpoblado” y ha añadido que “la situación sigue empeorando”. “Desde hace casi tres semanas hay una gran escasez de agua”, ha relatado.
“Me alivia que mi hijo esté recibiendo en alta, pero en el fondo temo tener que volver. No importa lo mucho que intente mantener limpia mi casa, todo el campamento está contaminado”, ha lamentado, una situación que ha llevado a MSF a reclamar ayuda para contener el brote.
Por último, la organización ha reclamado además la puesta en marcha de una campaña de vacunación a nivel nacional, para lo que es clave abordar los retrasos en las distribuciones de vacunas y entregar más financiación para reforzar la respuesta y poner en marcha intervenciones comunitarias especialmente enfocadas en grupos en alto riesgo, como los desplazados.
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