MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha relatado este miércoles que entre enero de 2022 y diciembre de 2024, las instalaciones sanitarias de Yemen apoyadas por la organización atendieron en cinco provincias a más de 35.000 niños de cinco años en situación de desnutrición en un país asolado por el conflicto interno y la consiguiente inestabilidad.
Según ha precisado el responsable de operaciones de MSF en Oriente Próximo, Himedan Mohamed, la organización atiende a menores en Yemen cada vez en condiciones “más críticas” y la población ya no puede mantenerse a la espera de una ayuda que “simplemente, no llega lo suficientemente rápido”, ha destacado la ONG en un comunicado.
“No es momento de medias tintas. Si no actuamos ahora impulsando los programas de nutrición, garantizando un transporte asequible a los centros de salud y acercando la atención a las personas que la necesitan, corremos el riesgo de que se produzca un aumento aún mayor de la desnutrición en los próximos meses”, ha manifestado.
Así es que, aunque la organización ha aumentado su capacidad de tratamiento en los últimos tiempos, se reconoce incapaz de cubrir todas las necesidades que afronta la población ni el “pico anual de desnutrición” que deja centros sanitarios desbordados con menores enfermos de sarampión, cólera y diarrea.
De hecho, MSF ha destacado que durante el pico de desnutrición del pasado mes de septiembre, las tasas de ocupación de camas en los centros de la organización alcanzaron niveles “extremadamente altos en la mayoría de ellos”, según datos recopilados en el informe ‘Creciente ola de desnutrición en Yemen’.
En concreto, el hospital Al Salam de la provincia de Amran registró una tasa de ocupación de hasta el 245 por ciento en septiembre. En el hospital de Abs, en Hajjá, se registró una ocupación del 200 por ciento de las camas en ese mismo mes, apuntando así los niveles más altos de los últimos seis años.
Los niveles de desnutrición en menores yemeníes se ven agravados por, entre otros factores, las “deficiencias de las infraestructuras sanitarias y las bajas coberturas de vacunación” en el país. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), en abril de 2024, el 46 por ciento de las instalaciones sanitarias funcionaban tan solo parcialmente o estaban fueron de servicio.
Dadas las “repentinas y drásticas reducciones de la financiación humanitaria” en Yemen, y en el contexto sanitario detallado por MSF, la organización ha incidido en la necesidad de un “compromiso sostenido” por parte de los principales donantes internacionales para hacer frente a la galopante crisis en el país.
“Una financiación adecuada y constante, junto con asociaciones más sólidas entre el Ministerio de Salud, los donantes y los socios implementadores, ayudarán a reactivar los centros de salud y a garantizar que se atiendan eficazmente a las comunidades locales y a las localidades más afectadas”, ha añadido la ONG.
Respecto a la situación alimentaria, MSF ha puesto de manifiesto la necesidad de mejorar los programas de distribución de alimentos para garantizar que, entre otras cosas, las mujeres embarazadas y lactantes, así como los menores de cinco años, reciban la nutrición adecuada antes de que su salud se vea “amenazada”.
La guerra en Yemen –desatada en 2014– ha terminado por hundir al que era uno de los países más pobres del mundo en una de las peores catástrofes humanitarias del momento, según Naciones Unidas. En torno a dos tercios de la población se estima que necesitaron ayuda humanitaria el año pasado.
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