MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, envió este lunes “un mensaje de ánimo, confianza y tranquilidad” a los alrededor de 300.000 jóvenes que esta semana se enfrentan a las pruebas bachillerato de acceso a la universidad (Ebau).
“Sois el futuro de nuestro país y de nuestras universidades, el talento con el que queremos afrontar los retos de nuestro país, que vais a transformar este país en uno más preparado. Mucha suerte y a por ello”, dijo durante el acto de toma de posesión en la sede del ministerio en Madrid del secretario general de Universidades, Francisco García Pascual, designado por el Consejo de Ministros del pasado 28 de mayo.
“A ellos es a quien nos debemos”, continuó y explicó que el nombramiento se debe a “abrir una nueva etapa”, aunque agradeció la “dedicación” del secretario saliente, José Manuel Pingarrón, “por impulsar algunas de las medidas más necesarias” del Ministerio para la “modernización del sistema universitario”.
Morant aseguró que la universidad está “en continua transformación igual que la sociedad” y que tendrá que “dar respuesta a los grandes desafíos” como la emergencia climática y el desarrollo tecnológico.
También subrayó que los datos “dan la razón” a las políticas universitarias españolas en tiempos de guerras y cambios sociales, aunque a veces al hablar de la universidad se hable como “una isla de precariedad”. “Las administraciones públicas tenemos que acompañar a las universidades en cuidar de su talento para que ellas cuiden mejor de la sociedad”, apuntó.
La ministra agradeció la actitud de “algunas” comunidades autónomas en apoyar el programa de incorporación de talento docente a las universidades públicas españolas para reforzar y rejuvenecer el profesorado que presentó a mediados de marzo. También se comprometió en “reforzar el sistema de becas” y en ser “exigentes con todas las universidades” y reformar “de forma consensuada los estándares de calidad”.
CONFIANZA
García Pascual agradeció la confianza a Morant por haberle elegido para esa responsabilidad y subrayó que su labor será “hacer política universitaria, no sólo hacer gestión”.
Para esta nueva etapa, explicó, se ha propuesto varios objetivos: alcanzar el 1% de financiación para las universidades públicas; “despegar” normativas de la Ley de Universidades; “garantizar los estándares de calidad docente e investigadora de todas las universidades”, “de todas sin excepción”; fortalecer el modelo de profesorado universitario y “dar un vuelco profundo a las relaciones internacionales”.
Finalmente, aseguró que hay que “incorporar talento con rigor pero eficiencia” y que “actual sistema de homologación de títulos está lejos de cumplir esos principios”, por lo que necesita un “cambio radical”.
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