MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
La ministra de Sanidad, Mónica García, resaltó este jueves la “colaboración estrecha” con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) “para fortalecer la protección radiológica, garantizar entornos seguros e implementar equipos de alta tecnología en los hospitales”.
Así lo manifestó en el encuentro mantenido con el presidente del CSN, Juan Carlos Lentijo, en el que ambos mostraron su voluntad para reforzar la colaboración entre ambas instituciones.
Tanto el Ministerio de Sanidad como el CSN mantienen múltiples vías de colaboración en ámbitos como el licenciamiento de instalaciones, la formación de personal expuesto a radiaciones ionizantes o los protocolos de actuación frente al gas radón.
Además, ambas entidades firmaron en 2023 un protocolo general de actuación para fomentar el intercambio de información, experiencias y conocimientos en el desempeño de sus respectivas funciones y competencias relativas a la protección radiológica.
Uno de los temas centrales abordados durante la reunión fue el Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología sanitaria en el Sistema Nacional de Salud (Plan Inveat). A lo largo de los últimos 30 meses, el regulador tramitó 263 equipos en un proceso que ha sido gestionado de forma conjunta con el Ministerio de Sanidad y por las comunidades autónomas.
10 EQUIPOS DE PROTONTERAPIA
Durante el encuentro también se trató la próxima implantación de 10 equipos de protonterapia en España, una técnica avanzada de la radioterapia que emplea protones de alta energía.
La característica de los protones es que la mayor parte de su energía se deposita a una profundidad determinada, lo que permite aprovechar sus propiedades físicas y radiobiológicas en el tratamiento de determinados tipos de cáncer afectando mínimamente a los tejidos sanos adyacentes.
En cuanto al Plan Nacional Contra el Radón, se revisaron los avances científico-técnicos para proteger la salud pública ante la exposición a este gas radiactivo. A este respecto, se destacó la importancia de evaluar la exposición de la población y la incidencia en la salud, así como la identificación de zonas prioritarias para acciones preventivas.
Además, en el marco del protocolo general de actuación firmado el año anterior, se acordó continuar la colaboración en la caracterización del agua por presencia de radón, así como en medidas de protección del paciente en procedimientos médicos con radiaciones ionizantes y en la formación para responder a emergencias nucleares o radiológicas.
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