MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La Fiscalía de Tamaulipas ha confirmado este viernes el arresto de seis sospechosos del secuestro hace una semana de cuatro estadounidenses –dos de ellos asesinados–, aunque no ha confirmado si son las mismas personas que fueron entregadas por el Cartel del Golfo, al que se responsabiliza de estos crímenes.
El fiscal de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, ha informado de que fueron apresadas cinco personas ligadas a los hechos que ocurrieron el 3 de marzo en la ciudad de Matamoros por los delitos de secuestro agravado y homicidio intencional, mientras que una sexta personas, “detenida en días pasados”, ha sido implicada.
Un día antes, cinco hombres aparecieron amarrados en plena calle, en Matamoros, junto a una camioneta en la que habían dejado una nota supuestamente redactada por el grupo ‘Escorpión’ del Cártel del Golfo, pidiendo disculpas por los hechos ocurridos, asegurando que estas personas “en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina”.
Las autoridades de México sospechan que el secuestro el fin de semana de los cuatro estadounidenses podría estar relacionado con las drogas, después de conocer que tres de ellos tienen antecedentes penales por tráfico, venta y posesión de armas en Estados Unidos. Así, no es la primera vez que cruzaban la frontera por motivos supuestamente relacionados con estas sospechas.
Zindell Zaquille Mckinley Brown y Shaeed Hakim Woodard, las dos víctimas mortales del secuestro tenían antecedentes relacionados con la elaboración y el comercio de drogas, robo con violencia y posesión de armas. Sus cuerpos han sido finalmente repatriados en la últimas horas del jueves.
Por su parte, Letavia Lateefa Washington, quien resultó ilesa en el ataque, aparece en los registros policiales por fabricación y tráfico de drogas, robo y amenazas a un funcionario, mientras que Eric James Williams, herido de bala, es el único que no tiene historial delictivo.
De acuerdo con las autoridades mexicanas, los cuatro habrían sido interceptados por hombres armados del Cártel del Golfo, quien mantiene un férreo control del tráfico de estupefacientes en Matamoros, para evitar que operaran en su territorio. Durante el fuego cruzado murió una ciudadana mexicana.
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