MADRID, 7 (EUROPA PRESS)
La ministra de Relaciones Exteriores mexicana, Alicia Bárcena, ha anunciado este sábado que la Embajada de México en Ecuador “permanecerá cerrada indefinidamente” y que el Ministerio “evacuará a todo el personal diplomático y a sus familiares” del país este domingo.
“Por instrucciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena Ibarra, coordina el retorno del personal diplomático acreditado en Ecuador, junto con sus familias, después del violento ataque perpetrado por la Policía de Ecuador a la Embajada de México la noche del viernes 5 de abril”, ha informado Exteriores en un comunicado de prensa.
Así, un total de 18 personas viajarán este domingo en un vuelo comercial de Ecuador a Ciudad de México, según la nota en la que Bárcena ha agradecido el apoyo que “una gran cantidad de países amigos y aliados” han brindado a las autoridades mexicanas “para velar por la integridad” de su personal diplomático, asegurando que “les acompañarán en el recorrido hasta el aeropuerto en la ciudad de Quito”.
Tras la avacuación de sus trabajadores en Ecuador, la Embajada y los servicios consulares de México en ese país permanecerán cerrados indefinidamente.
“Estamos pendientes de los diplomáticos de nuestra patria, no están solos. Han dado muestra de dignidad y decoro, como quedó de manifiesto con la actitud de Raquel Serur, nuestra embajadora, y de Roberto Canseco, jefe de Cancillería de la embajada”, ha manifestado López Obrador.
Por su parte, Bárcena ha prometido “velar por la seguridad y el respeto a los derechos” de sus compatriotas y ha afirmado que “la comunidad mexicana y empresarial que radica en Ecuador podrá recibir asistencia a través del Sistema de Registro para Personas Mexicanas en el Exterior (SIRME), al igual que de las embajadas mexicanas en Chile, Colombia y Perú”.
Estas declaraciones llegan después de que “policías de Ecuador entraran por la fuerza” en la Embajada de México y “se llevaran detenido al exvicepresidente del país Jorge Glas Espinel, que se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso que enfrenta.
Glas, cabe recordar, permanecía desde mediados de diciembre en la sede diplomática mexicana, donde ingresó argumentando temor por su seguridad y libertad personal. La Embajada lo acogió como huésped y sus abogados ya informaron hace semanas de que habían entregado una solicitud formal para el pedido de asilo político.
Esta maniobra del exvicepresidente se produjo después de que la Policía Nacional ordenara su detención para prestar declaración ante la Fiscalía por el caso de posible malversación de caudales públicos en la reconstrucción de la provincia de Manabí tras el terremoto de 2016, que dejó más de 670 muertos.
Tras la declaración como ‘persona non grata’ a la embajadora mexicana en Quito y su posterior expulsión del país, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció que su país concedería finalmente asilo político a quien fue vicepresidente de Ecuador con Rafael Correa durante diez años, el detonante de esta crisis diplomática que ha estallado con la entrada de la Policía ecuatoriana en la Embajada de México.
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