MADRID, 04 (SERVIMEDIA)
El 51,9% de los conductores que perdieron la vida durante el año pasado en siniestros de tráfico tanto en vías urbanas como interurbanas en España dio positivo en alcohol, drogas y/o psicofármacos, según el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF), lo que supone la cifra más alta de la serie histórica de este organismo del Ministerio de Justicia, que comienza en 1992.
Así se refleja en la última memoria sobre ‘Hallazgos toxicológicos en víctimas mortales de accidentes de tráfico’ de ese Instituto, presentada este martes en una rueda de prensa en Madrid por la directora general del Servicio Público de Justicia, Mª dels Àngels García Vidal; el director del INTCF, Antonio Alonso; el director general de Tráfico, Pere Navarro; el fiscal de Sala Coordinador de Seguridad Vial, Luis del Río, y el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí.
García Vidal apuntó que los siniestros de tráfico son la tercera causa de muerte violenta en España, por detrás de los suicidios y las caídas accidentales, y que la memoria incluye datos de siete institutos de medicina legal y ciencias forenses (Aragón, Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Murcia y País Vasco), además del INTCF, a solicitud de los órganos judiciales.
El informe recoge los resultados de los análisis toxicológicos realizados a 1.214 personas fallecidas (854 conductores, 221 peatones y 137 acompañantes) en siniestros de tráfico a través de una muestra de sangre, con el fin de determinar la presencia de alcohol, drogas o psicofármacos cuando ocurrió el accidente.
La tasa de conductores fallecidos con resultados toxicológicos positivos de 2022 supera a la del año pasado, que era la más alta hasta ahora. Y confirma una tendencia continuada de cinco años al alza (42,1% en 2017; 43,4% en 2018; 45,5% en 2019; 48,7% en 2020, y 49,4% en 2021).
La memoria indica que los 451 resultados positivos de conductores en el consumo de alcohol, drogas y/o psicofármacos muestran una clara mayoría de hombres (92,0%), en tanto que el 63,6% tenía entre 25 y 54 años, y el 51,4% conducía un coche, mientras que un 33,0% lo hacía en moto o ciclomotor.
En relación a la presencia de sustancias consumidas por los conductores muertos, el 67,2% de los casos positivos lo fue en alcohol (un 72,6% con una tasa de alcoholemia igual o superior a 1,2 gramos por litro de alcohol en sangre); un 38,6% en drogas, y un 27,7% en psicofármacos.
Alonso destacó que el incremento de conductores que dieron positivo no se debió al incremento del alcohol ni de drogas con respecto a años anteriores, sino a la utilización de psicofármacos, especialmente antidepresivos y opioides.
La droga más detectada fue la cocaína (63,2%), seguida del cannabis (49,4%). En cuanto a los consumos asociados de alcohol y drogas, los de mayor prevalencia fueron los de alcohol y cocaína (46,1%), y de alcohol y cannabis (31,4%).
En el último cuatrienio se ha producido una tendencia alcista de los conductores fallecidos que dieron positivo en alcohol, al pasar de un 26,5% en 2018 a un 35,5% el año pasado. No sucede lo mismo con las drogas, que en 2022 frenó una escalada de siete años hasta situarse en un 20,4% (21,3% en 2021).
PEATONES
Por otro lado, un 42,5% de los 221 peatones muertos por siniestro de tráfico analizados por el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses dio positivo en alcohol, drogas y/o psicofármacos.
En el 75,5% de los casos se trata de hombres y en un 35,1% tenían 65 años o más. Un 48,9% había consumido alcohol (un 58,7% de ellos con una tasa de alcoholemia superior a 1,2 g/l), un 33,0% había ingerido drogas, y un 48,9%, psicofármacos.
“Es la primera vez que detectamos que la incidencia de psicofármacos es igual que la del alcohol. El consumo de psicofármacos está aumentando claramente por efectos pospandémicos, que se están viendo en otras series analizadas en distintas causas de muerte”, recalcó Alonso.
Los datos incluidos en la memoria proceden de los casos estudiados en el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses a petición de los órganos judiciales para el análisis de las muestras remitidas por los médicos forenses y los correspondientes Institutos de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
No todos los siniestros viales con víctimas mortales son analizados en el Instituto, pero la muestra es amplia y representativa. Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), un total de 1.746 personas fallecieron el año pasado en carretera o en ciudad en España, lo que supone 213 más respecto a 2021 y nueve menos en comparación con 2019, último año antes del estallido de la pandemia de la covid-19, que ocasionó restricciones a la movilidad durante bastantes meses.
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