MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Más de cien nepalíes y otro grupo de indios que “arriesgaron sus vidas” para proteger y evacuar a los miembros de la embajada británica en Afganistán justo antes de que los talibán tomaran el poder fueron devueltos a sus países contra su voluntad, según ha revelado el diario ‘The Guardian’.
Tan solo unos días después de que estas personas llegaran a Reino Unido en los vuelos de evacuación, en agosto de 2021, y a pesar de tener visados de seis meses, fueron deportados del país.
Cuando los deportaron aún se encontraban haciendo cuarentena en sus respectivos hoteles debido a la pandemia de Covid-19, y Nepal estaba catalogado como país a los que se recomendaba no viajar por parte del Gobierno británico.
Algunos han conseguido volver al país como solicitantes de asilo cuya vida podía correr peligro en sus países de origen.
En marzo, al menos diez guardias nepalíes que participaron en la evacuación de Kabul y que habían conseguido quedarse en Reino Unido fueron detenidos en una redada. Dos de ellos consiguieron permiso para permanecer en suelo británico, aunque aún siguen detenidos.
A algunos de los guardias nepalíes evacuados se les concedió permiso indefinido para permanecer en suelo británico, incluidos dos de los arrestados en marzo y que siguen detenidos por motivos de inmigración.
Cuando las detenciones salieron a la luz, el Ministerio del Interior de Reino Unido anunció la paralización de las deportaciones y explicó que los evacuados fueron trasladados en avión desde Kabul como “un gesto de buena voluntad” y que se esperaba que regresaran a sus países de origen.
Uno de los guardias deportados ha desvelado que fueron engañados por la seguridad fronteriza del país y que fueron expulsados “a la fuerza” y contra su voluntad, sin ofrecer protección humanitaria.
“En Afganistán estábamos siempre en peligro. No sabíamos si íbamos a sobrevivir. Cuando llegué a Reino Unido me sentí seguro pero fui deportado a Nepal el 17 de agosto”, ha declarado Deepal Pungamar, uno de los guardias.
“Estos valientes hombres fueron evacuados de Afganistán y, posteriormente, prepararon y procesaron sus solicitudes de licencia permanente en Reino Unido. Nunca se les habló de un gesto de buena voluntad y no se entendió que pudieran ser expulsados, y mucho menos detenidos después de una redada matutina en su hotel”, ha detallado el abogados de los detenidos, Jamie Bell.
El Ministerio de Interior británico se ha defendido alegando que ya “han acogido” y “protegido” a unas 24.500 personas que huían de Afganistán.
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