MADRID, 9 (EUROPA PRESS)
Las ONG de la Comisión para los Derechos Humanos de Etiopía y la Asociación Amhara de América estiman que más de 80 personas fueron asesinadas a finales del mes pasadao en una masacre atribuida al Ejército del país en la ciudad de Merawi, en el noroeste del país, y sobre la que Estados Unidos ha pedido una investigación inmediata e independiente.
La masacre habría tenido lugar el pasado 29 de enero, según informaron en un primer momento fuentes locales y médicas al servicio en amárico de la cadena británica BBC, después de un violento enfrentamiento entre el Ejército y las milicias Fano, que atacaron la comandancia militar en la localidad, a 35 kilómetros de la capital de la región de Amhara, Bahir Dar.
Estas fuentes estimaron entre 50 y 115 muertos a manos de los militares, que comenzaron a efectuar una redada casa por casa para buscar milicianos y acabaron desquitándose con la población aprovechando el estado de excepción declarado por las autoridades federales en la región, en un intento de contener sus extraordinarios niveles de violencia.
Ahora, la Comisión para los Derechos Humanos de Etiopía tiene constancia de que “más de 80 personas murieron como consecuencia de estos registros ‘casa por casa’, entre ellas dos mujeres”. La Asociación Amhara de América, por su parte, ha podido confirmar al menos 89 muertos y ha identificado de ellos a 47 víctimas de una “matanza indiscriminada” efectuada por los militares tras las “significativas bajas” que registró por el ataque de las Fano.”Las fuerzas etíopes llevaron a cabo ejecuciones generalizadas y dispararon a cualquiera que estuvieran en la calle”, añade el grupo.
La AAA tiene constancia de al menos 34 muertos enterrados en la iglesia local de Santa María, otros cuatro en la iglesia de Medhanialem, al menos otra veintena de fallecidos en cementerios musulmanes y el resto han sido enterrados en poblaciones circundantes.
A la espera de conocer la versión de los militares, el embajador de Estados Unidos en Etiopía, Ervin Massinga, ha expresado su “profunda preocupación” ante lo que describió como “asesinatos selectivos de civiles” en Merawi. El diplomático pide “acceso sin restricciones a supervisores independientes de los derechos humanos y una investigación imparcial”.
Massinga recuerda que lo ocurrido “tiene lugar tras informaciones de numerosos incidentes perturbadores en Amhara, Oromia y otras partes de Etiopía que implican tanto al Gobierno como a actores no estatales”, en referencia al Ejército y a los numerosos grupos armados de la zona.
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