MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Las fuerzas de seguridad de Armenia han detenido este lunes a más de 50 personas en una nueva protesta en la capital, Ereván, para denunciar lo que se considera una capitulación del Gobierno en la región de Nagorno Karabaj, tras un alto el fuego la semana pasada que incluye conversaciones sobre la “reintegración” del territorio en Azerbaiyán.
La Policía armenia ha especificado que hasta ahora han sido detenidas 53 personas durante las manifestaciones, incluidos varios parlamentarios opositores, en medio de las duras críticas contra el primer ministro, Nikol Pashinián, por su gestión de la crisis, según ha informado la agencia armenia de noticias Armenpress.
Entre los parlamentarios detenidos figuran Gagik Minasián y Tadevos Avetisián, a quienes se suma Henrij Danielián, presidente de la Organización Juvenil de Armenia, y Artur Grevorgián, antiguo director del Departamento de Información de la Alcaldía de Ereván, tal y como ha recogido el diario ‘Aravot’.
Desde el 19 de septiembre se han celebrado en Armenia concentraciones convocadas por la oposición para exigir la dimisión de Pashinián. Ahora, los opositores han anunciado “acciones masivas” de “desobediencia”. Así, la oposición ha anunciado la creación de un comité nacional para lograr su salida del poder y ha informado de que, para ello, los diputados opositores están preparando también un proceso de destitución en su contra.
La región de Nagorno Karabaj es un territorio de unos 4.400 kilómetros cuadrados en el Cáucaso Sur reconocido internacionalmente como parte de Azerbaiyán, si bien la mayoría de esta zona del país ha estado gobernada por la autoproclamada república de Artsaj –respaldada por Armenia–, desde la Primera Guerra de Nagorno Karabaj, entre 1988 y 1994.
La situación permaneció casi sin cambios hasta 2020, cuando Azerbaiyán inició una ofensiva a gran escala que derivó en la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj, que duró seis semanas y permitió a Bakú recuperar partes importantes de territorio –incluida la ciudad de Shusha–. Finalmente, se firmó un nuevo alto el fuego mediado por Rusia, que desplegó una fuerza de pacificación para garantizar su cumplimiento.
Desde entonces ha habido una serie de encuentros entre Armenia y Azerbaiyán para lograr un acuerdo de paz, si bien la muerte de seis azeríes –cuatro militares y dos civiles– por la explosión de dos minas antipersona llevó a Azerbaiyán a lanzar una nueva operación el martes que derivó en el citado alto el fuego y el acuerdo de conversaciones para la reintegración del territorio bajo soberanía de Azerbaiyán.
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