MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
El planeta Tierra ha superado el límite climático seguro y justo, establecido en un calentamiento global de un grado por encima de los niveles preindustriales (actualmente es de 1,15 grados), puesto que decenas de millones de personas ya se ven perjudicadas por el nivel actual del cambio climático.
Esa variable forma parte de un estudio que cuantifica por primera vez los límites para que el planeta sea “seguro” y “justo” para todos los seres vivos. Este trabajo, de ciencia aplicada al mundo real, representa un importante avance científico.
La investigación, publicada este miércoles en la revista ‘Nature’, fue elaborada por la Comisión de la Tierra a través de un equipo internacional compuesto por 51 investigadores pertenecientes a instituciones de 17 países, entre ellos Noelia Zafra, del BC3 Basque Centre por Climate Change (España).
Por primera vez, la seguridad y la justicia para la humanidad en la Tierra se evalúan y cuantifican para las mismas variables de control que regulan el mantenimiento de la vida y la estabilidad del planeta. Los investigadores cuantificaron los límites de seguridad y justicia para el clima, la biodiversidad, el agua dulce y los distintos tipos de contaminación del aire, el suelo y el agua, y la mayoría se han incumplido.
Por ejemplo, las actividades humanas están alterando los flujos de agua, se liberan cantidades excesivas de nutrientes en las vías fluviales por el uso de fertilizantes, y las áreas naturales son cada vez más escasas. Esto se constituye en una amenaza existencial para la estabilidad planetaria, para los ecosistemas y sus contribuciones vitales para las personas.
CINCO ÁREAS
Esos límites para un sistema terrestre seguro (con condiciones biofísicas para mantener un planeta estable que sustente la vida) y justo (que evite daños significativos a seres humanos y otras especies) se reparten en cinco áreas principales.
En cuanto al clima, el límite seguro y justo es un calentamiento global de un grado respecto a la era preindustrial (incumplido), el límite seguro se sitúa en un grado para evitar una alta exposición a daños climáticos significativos (incumplido) y el límite seguro es de 1,5 grados con el fin de evitar una alta probabilidad de múltiples puntos críticos climáticos (aún no incumplido).
En relación a la biosfera, hay dos aspectos: naturaleza intacta global de entre el 50% y el 60% de la superficie de ecosistema natural (incumplido porque esa zona es de un 45% a un 50%) y naturaleza gestionada localmente, es decir, al menos un 20% a un 25% de ecosistemas naturales en cada kilómetro cuadrado (incumplido en dos tercios del área dominada por la humanidad).
Otro apartado se refiere al agua, con dos variables: que se haya alterado como mucho un 20% el caudal mensual del agua superficial (incumplido porque ahora es de un 34%) y una disminución anual inferior a la recarga de agua subterránea (incumplido en un 47% del área global).
Sobre los fertilizantes, el nitrógeno tiene un límite seguro y justo de 57 teragramos anuales de excedente en el mundo (incumplido, ahora es de 119), en tanto que el fósforo cuenta con un límite seguro de entre 4,5 y 9 teragramos anuales de excedente global (incumplido, actualmente hay 10).
El quinto gran apartado se refiere a contaminantes aerosoles, con un límite seguro y justo global de 0,15 de diferencia media interhemisférica anual de profundidad óptica de aerosol (no incumplido, ya que es de 0,05).
“BASTANTE PREOCUPANTES”
Así pues, y en resumen, la mayoría de los límites del sistema terrestre para que sea justo y seguro ya se han rebasado, pues las actividades humanas están alterando los flujos de agua, se liberan cantidades excesivas de nutrientes en las vías fluviales por el uso de fertilizantes y quedan áreas naturales limitadas. Ello plantea amenazas existenciales para un planeta estable, los ecosistemas y sus contribuciones vitales para las personas.
“Estamos en el Antropoceno poniendo en riesgo la estabilidad y la resiliencia de todo el planeta. Por eso, por primera vez presentamos cifras cuantificables y una base científica sólida para evaluar el estado de nuestra salud planetaria, no solo en términos de estabilidad y resiliencia del Sistema Tierra, sino también en términos de bienestar humano, equidad y justicia”, afirma Johan Rockström, copresidente de la Comisión de la Tierra, autor principal y director del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático (Países Bajos).
Rockström subraya que el estudio muestra resultados “bastante preocupantes”. “Ya se han transgredido varios límites, a escala global y local. Esto significa que, a menos que ocurra una transformación a tiempo, es muy probable que se haga inevitable cruzar puntos críticos de cambio irreversible y, en consecuencia, un impacto generalizado en el bienestar humano. Evitar ese escenario es crucial si queremos asegurar un futuro seguro y justo para las generaciones actuales y futuras”, señala.
“EN PELIGRO”
Joyeeta Gupta, copresidenta de la Comisión de la Tierra, profesora de Medio Ambiente y Desarrollo en el Sur Global en la Universidad de Ámsterdam, y profesora de Derecho y Política en Recursos Hídricos y Medio Ambiente en el Instituto IHE Delft para la Educación del Agua (Países Bajos), recalca que “la justicia es una necesidad de la humanidad para vivir dentro de los límites planetarios”.
“Esta es una conclusión constatada por la comunidad científica en múltiples evaluaciones ambientales importantes. No es una opción política. Hay pruebas abrumadoras de que un enfoque de justicia y equidad es esencial para la estabilidad planetaria. No podemos tener un planeta ‘seguro’ en términos biofísicos si no hay justicia”, añade.
Dahe Qin, copresidente de la Comisión de la Tierra y director del Comité Académico de la Academia de Ciencias de China, agrega que “el sistema de la Tierra está en peligro, ya que muchos elementos críticos están a punto de cruzar sus umbrales, donde habrá un cambio que no será reversible”.
“El sistema Tierra es un conjunto interconectado de procesos biofísicos que operan a través de regiones y escalas. Las interferencias en una parte del mundo pueden tener enormes repercusiones en otras regiones. Usar los límites del sistema Tierra como un punto de partida para una acción holística y transformadora ayudará a una progresión justa y con un verdadero impacto hacia un mundo seguro y justo”, según Wendy Broadgate, directora ejecutiva de la Comisión de la Tierra.
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