MADRID, 21 (SERVIMEDIA)
Alrededor de 234.000 personas refugiadas de Ucrania se han beneficiado de los servicios de apoyo y protección que brindan los 36 “puntos azules” instalados en siete países por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Los “puntos azules” son espacios seguros integrales que cuentan con el equipo necesario para proporcionar información a las personas refugiadas, brindarles asesoría, apoyo psicosocial y asistencia para la salud mental, ayuda jurídica y servicios de protección.
Su propósito es asistir a todas las personas refugiadas, con especial énfasis en niñas, niños y adolescentes, personas con discapacidad o necesidades médicas, personas mayores, personas que quizás fueron víctimas de trata, supervivientes de violencia o personas Lgbtiq+.
Asimismo, permiten identificar y derivar a aquellas personas que tengan necesidades específicas o que se encuentren en determinada situación de vulnerabilidad para que reciban servicios especializados.
Otra de sus funciones esenciales es identificar y apoyar a la niñez separada y no acompañada que viaja por su cuenta, así como proporcionar educación informal y cuidados para la primera infancia a niñas y niños en situación de movilidad humana.
De manera singular, los “puntos azules” se encuentran en estaciones de tren, puestos fronterizos, centros de inscripción para recibir ayuda en efectivo, albergues para personas refugiadas y centros comunitarios.
Hasta la fecha, se han instalado un total de treinta y seis “puntos azules” –en Bulgaria, Hungría, Italia, Moldavia, Polonia, Rumanía y Eslovaquia– con el propósito de complementar el trabajo de los gobiernos y de otros socios que brindan apoyo a las personas refugiadas.
Según Afshan Khan, directora regional de Unicef para Europa y Asia Central, “se estima que en Europa hay 7,1 millones de personas refugiadas de Ucrania; la mayoría son mujeres, niñas y niños”. A su juicio, con estos “puntos azules” se da “una ampliación vital de los servicios que prestan los gobiernos de acogida para identificar y referir a las personas en mayor vulnerabilidad a los sistemas nacionales de cuidado y protección”.
Además, Acnur y Unicef lanzaron el “punto azul digital”, ya que muchas personas refugiadas de Ucrania continúan huyendo del país, siguen en situación de movilidad humana o dependen de la información que reciben por redes sociales u otros medios digitales para decidir cómo y hacia dónde trasladarse, dónde establecerse y cómo tener acceso a los servicios,
Esta plataforma digital complementa los “puntos azules” físicos, ya que proporciona a las personas refugiadas acceso a información precisa, actualizada y relevante a través de sus dispositivos móviles para que, entre otras cosas, conozcan sus derechos, los servicios sociales clave, quién los proporciona, cómo acceder a ellos y cómo mantenerse a salvo.
El “punto azul digital” es dinámico y adaptado a dispositivos móviles, se actualiza constantemente y está disponible en los principales idiomas, que incluyen el ruso y el ucraniano.
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