MADRID, 27 (SERVIMEDIA)
Más de 200.000 personas tituladas y estudiantes de ingeniería no pueden ejercer como ingenieros, según el informe ‘Análisis de los Estudios de Ingeniería en España’, que publicó este martes el Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España (Ingite).
En este informe denuncia la proliferación de titulaciones de Grado especialistas que no permiten ejercer las profesiones reguladas de Ingeniería Técnica, y pide una ley de la ingeniería que regule esta situación.
El informe muestra una “alarmante” pérdida de vocaciones desde el año 2002-2003, cuando hubo 361.133 matriculados hasta el curso 2022-2023, que hubo 219.020 matriculados, es decir, que en los últimos 20 años descendieron casi un 40%.
Esto es “un problema serio”, afirmaron desde el Ingite, para el desarrollo de la economía porque, en la actualidad, representan un 12,72% respecto al total de matriculados y un 7,5% de los egresados.
Además, hubo una “importante” tasa de abandono en las titulaciones de Grado en Ingeniería, que se sitúa cercana al 50%, y que es superior a las del resto de titulaciones universitarias.
Sin embargo, el informe muestra un aumento del número de mujeres matriculadas en las titulaciones de Grado en Ingeniería, que representan un 19,5% en los último ocho años, y que, actualmente, alcanzan casi el 25% del total de matriculados.
Del análisis se desprende la necesidad tanto de fomentar vocaciones en el ámbito de la ingeniería, como de reordenar el modelo académico y profesional de las ingenierías en España.
Asimismo, desde el Ingite denuncian que “es inconcebible que existan 1.074 titulaciones de Grado en Ingeniería, es decir, una de cada cuatro titulaciones universitarias de Grado es de Ingeniería y, sin embargo, cada vez hay menos alumnos matriculados”.
Igualmente, la entidad recuerda que “las titulaciones de Grado han de ser generalistas y que den acceso a las actividades de carácter profesional, que permitan obtener a los egresados un abanico de posibilidades laborales, y que ya será mediante el trabajo, la formación continua o los másteres donde se especializarán”.
En este sentido, el Ingite señaló que, en las ingenierías, “proliferan titulaciones especialistas que acotan a los profesionales y no habilitan profesionalmente, por lo que, en la mayoría de los casos, se ven forzados a suplementar la formación académica con los perjuicios que ello conlleva”.
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