MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
Más de 13.000 agentes de la Policía Nacional demuestran tener una sensibilidad especial hacia las personas con discapacidad. Lo demuestra el hecho de pertenecer a la Asociación a favor de Personas con Discapacidad de la Policía Nacional (Amifp). Su objetivo es “apoyar y ayudar” a este colectivo, que representa al 10% de la población, y además concede ayudas directas a 350 integrantes para tratamientos, rehabilitación y ocio rehabilitador.
Uno de ellos es Julio Lucas, policía jubilado de 73 años. “Tengo el 35% de discapacidad por un problema de corazón, por el que me operaron dos veces. Pero mi pertenencia a la asociación me ha ayudado, sobre todo, a cuidar de mi padre, que tuvo Alzheimer y asistí durante tres años en casa. También a cuidar de mi mujer, que falleció recientemente de una enfermedad neurodegenerativa denominada Steiner, que es una especie de ELA, aunque más suave”, explica en una entrevista a Servimedia.
Su caso es excepcional, ya que se trata de una persona muy positiva, que nunca ha entrado en depresión ni tiene trastornos de salud mental, a pesar de todas las dificultades a las que se ha enfrentado en la vida.
Además, él pudo seguir trabajando el Cuerpo sin ningún tipo de adaptación de su puesto de trabajo, a pesar de su grado de discapacidad. “Estuve unos seis meses de baja; luego tuve que cambiar la alimentación, porque el ejercicio físico ya lo hacía. Seguí trabajando en la Unidad de delincuencia económica, algo que me ha apasionado, y prácticamente al mismo ritmo”.
Este agente de policía madrileño ya jubilado atesora 50 años de experiencia: “Entré muy joven como inspector y a los 20 años ya estaba en la calle”. Dos décadas enteras las ha pasado en la Unidad de delincuencia Económica. Pero sus años como cuidador han sido para él un ‘curso acelerado’ en discapacidad severa.
Por ello, Julio Lucas se apuntó a todo tipo de cursos para cuidadores y solicitó toda la ayuda posible a la Amifp, y también del Ayuntamiento de Madrid, para poder asistir a sus familiares con discapacidad. “La cabeza se le va a uno después de ocho años como cuidador. Por eso hay que tener los apoyos necesarios para seguir adelante”.
El truco que utiliza Julio Lucas para tener la cabeza bien amueblada es ser socio de multitud de asociaciones culturales, musicales o deportivas: “Pertenezco a la Asociación de Amigos de la Capa, canto en dos corales, juego en el equipo de mi barrio, soy socio de dos clubes gastronómicos…”, relata, todo ello, sin olvidar su pertenencia a la Asociación a favor de Personas con Discapacidad de la Policía Nacional.
Reconoce que desde que se ha quedado viudo, sus actividades “se multiplican” y ello le ayuda a tener una vida saludable, especialmente cuando se trata de “ayudar a los demás”.
AYUDA A LA DISCAPACIDAD DESDE 1982
La Asociación nació de la inquietud de un grupo de funcionarios de policía que querían luchar por la defensa de los derechos e intereses de sus hijos e hijas con discapacidad.
“Era 1982, aún quedaba un camino por recorrer. El año pasado celebramos el 40 aniversario y llevamos ya 41 años de andadura”, señala Andrés Torquemada, director gerente de Amifp, quien calcula que el 10% de las personas con discapacidad que existen en España podría extrapolarse al Cuerpo, aunque no existen cifras oficiales que lo confirmen.
En un principio, se crea para ayudar a los miembros de la Policía Nacional que tienen a su cargo una persona con discapacidad. En algunos casos, el cónyuge, pero sobre todo son los hijos; y el último término ayuda al propio policía al que le ha sobrevenido una discapacidad, que suelen ser pocos, según la Asociación.
Torquemada subraya que la fuente principal de ingresos “proviene de las cuotas que desinteresadamente aportan más de 13.000 policías nacionales”, aunque también la entidad se presenta a “proyectos a todo tipo de convocatorias públicas y privadas”.
Añade que la asociación es algo “especial y diferente”, ya que al ser una entidad sin ánimo de lucro, funciona en toda España y está abierta a más tipos de socios, incluso a personas con discapacidad que no son policías nacionales, que son “unos 180 socios en toda España”.
“Atendemos a todo tipo de discapacidad. Nosotros tenemos dispersión geográfica porque nuestros beneficiarios están por toda España y, además, atendemos la discapacidad tanto intelectual o del desarrollo, como física orgánica y sensorial”, destaca el director gerente.
Además, la Asociación, en colaboración con la División de Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional, ha logrado formar a 7.000 policías en cuestiones relacionadas con la discapacidad, gracias a un bloque de contenidos que barema dentro del Plan de Formación Anual. “Así los agentes saben actuar de una forma más correcta al tratar en su día a día a una persona con discapacidad, tanto si ésta es víctima como si es un presunto agresor”.
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