MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La Red Internacional de Acción Climática (CAN, por sus siglas en inglés), formada por más de 1.900 ONG de más de 130 países, ha reclamado al G20 la creación de un impuesto a las grandes fortunas “por el bien de las personas y del planeta”.
Esa petición se produjo antes de que los ministros de Economía del G20 coincidan del 1 al 3 de julio en Fortaleza (Brasil) en el marco de una de las cuatro reuniones de grupos de trabajo antes de que los líderes de ese grupo de países ricos y emergentes, así como de la UE y la Unión Africana, se reúnan el próximo noviembre en Río de Janeiro.
Por primera vez, está en la agenda de esas reuniones del G20 la creación de un impuesto a la riqueza, mientras esas naciones deliberan sobre estrategias para abordar los desafíos económicos y ambientales.
Previamente, la Presidencia brasileña del G20 encargó un informe sobre los detalles y la viabilidad de un impuesto mínimo coordinado para gravar las fortunas de las personas multimillonarias.
“Si bien siempre escuchamos que la financiación pública es escasa, la concentración extrema de la riqueza en realidad perjudica a todos”, indicó Rebecca Thissen, líder de Incidencia Global de CAN.
Thissen añadió: “Gravar a más de los responsables del aumento de la contaminación y que siguen estando en gran medida exentos de pagar es una estrategia en la que todos ganan: es una forma radical de desbloquear los presupuestos de los Estados y, al mismo tiempo, luchar eficazmente contra la elusión fiscal”.
Esta red internacional apuntó que la arquitectura financiera global es “profundamente defectuosa, inequitativa y distorsionada en contra de los pobres”.
“Hoy los ricos son cada vez más ricos y también son más responsables de los impactos climáticos. La coordinación global en materia de justicia fiscal es esencial para abordar estas injusticias y luchar contra la crisis climática”, indicó Thissen.
En este sentido, abogó por “un nuevo régimen fiscal global guiado por las Naciones Unidas en lugar de por los países ricos”, con “más progresividad en los sistemas tributarios, bajo un estándar global coordinado para hacer que los super ricos paguen más”.
APOYO CIUDADANO
Por otro lado, alrededor de dos tercios (el 68%) de los ciudadanos de 17 países del G20 respalda que las personas ricas paguen un impuesto sobre su patrimonio como medio para financiar cambios importantes en la economía y el estilo de vida.
Esa es la principal conclusión de una encuesta realizada por Ipsos por encargo de los grupos de científicos Earth4All y Global Commons Alliance. El sondeo fue dado a conocer este lunes.
De las 21 naciones con personas encuestadas, 18 pertenecen al G20 (Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, Italia, India, Indonesia, Japón, México, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía), en tanto que los demás son Austria, Dinamarca, Kenia y Suecia. Por tanto, quedaron fuera de la encuesta Rusia y la UE como miembros del G20, aunque no todas las preguntas se hicieron a ciudadanos de China.
Solo un 11% de los ciudadanos sondeados de países del G20 se opone a gravar la riqueza de las personas más pudientes, mientras que el 70% apoya tasas impositivas más altas sobre la renta a los ricos y el 69% está a favor de tipos impositivos más elevados para las grandes empresas.
El apoyo a un impuesto sobre el patrimonio de los ricos es mayor en Indonesia (86%), Turquía (78%), Reino Unido (77%) e India (74%), e inferior en Arabia Saudí y Argentina (54% en ambos casos). Ese respaldo oscila entre el 67% y el 68% en Alemania, Estados Unidos y Francia.
“Los resultados de nuestra encuesta ofrecen un mandato claro de parte de todos los países del G20 encuestados: redistribuir la riqueza. Una mayor igualdad construirá democracias más fuertes para impulsar una transformación justa para un planeta más estable”, según Owen Gaffney, codirector de Earth4All.
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