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Martín Villa insiste en la falta de pruebas frente al último intento de procesarlo en Argentina por lesa humanidad

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CEAQUA le acusa de ser parte de un ataque sistemático contra la oposición al franquismo

MADRID, 15 (EUROPA PRESS)

La defensa del exministro español Rodolfo Martín Villa ha reiterado este jueves en Argentina que no hay “ninguna prueba” de su participación en los presuntos delitos de lesa humanidad que le achacan víctimas del franquismo por las muertes de cuatro manifestantes en Vitoria en 1976 y en Pamplona en 1978, en una vista celebrada en respuesta al último intento de procesarlo.

Durante esta vista en la Cámara Federal Casación Penal de Argentina, el máximo tribunal penal del país, el abogado Fernando Goldaracena, del despacho Baker McKenzie, ha insistido en la inocencia de Martín Villa y ha pedido que se confirme la anulación del procesamiento acordada en diciembre del año pasado.

“No está probada la autoría mediata ni ese supuesto plan sistemático de ataque a un sector de la población civil de España”, ha argumentado, según ha podido saber Europa Press.

En el extremo contrario se ha situado la Coordinadora Estatal de Apoyo a la Querella Argentina (CEAQUA), responsable del recurso contra la decisión de la Sala Segunda de la Cámara Criminal y Correccional Federal de Argentina de revocar el procesamiento del exministro por presuntos delitos de lesa humanidad, aunque al mismo tiempo estimó pertinente no archivar la causa por el momento.

Martín Villa fue procesado en Argentina por la jueza María Servini en octubre de 2021 por presuntos homicidios y torturas que habrían tenido lugar en la década de los 70, cuando era ministro de Relaciones Sindicales, de la Gobernación y del Interior. El excargo, que acusó a la magistrada de falta de imparcialidad, recurrió esta decisión y la cámara de apelación la anuló dos meses después.

En una vista celebrada hoy por videoconferencia, el abogado del exministro ha rechazado que su defendido haya confesado ser responsable “de nada”, sino que lo que ha dado son “explicaciones”.

Ante esa falta de pruebas esgrimida, el letrado ha señalado que no se puede “dar por sentado” el relato acusador de la querella: “Sí lo hacemos caemos en la parcialidad o en la mirada sesgada”. En este sentido, Goldaracena ha aplaudido la decisión de la cámara de apelación y ha cargado contra Servini, a la que ha criticado por ceñirse “solamente” a la versión ofrecida por los querellantes.

“La defensa presentó un sinfín de pruebas que la jueza ni si quiera trató”, ha lamentado el abogado, al tiempo que ha manifestado que a la anulación del procesamiento “debió” acompañarla el archivo del caso para Martín Villa y “decir que no hay lesa humanidad”.

Ha recordado que el exministro lleva ocho años “a disposición” de la Justicia argentina, que tardó “seis”, hasta “la pandemia”, en escuchar a su cliente, que había pedido hacerlo voluntariamente en varias ocasiones, aunque a Servini, ha resaltado, “no le importó”.

Goldaracena ha acusado a los querellantes de utilizar un “contexto tergiversado” al encuadrar los hechos. Para la defensa de Martín Villa, la muerte de los cuatro manifestantes ocurrió en el periodo de la Transición desde la dictadura hacia la democracia.

“Es cierto, como dice Martín Villa, que no se produjo de la noche a la mañana, que llevó un proceso con un gobierno de transición y unas normas, aunque no fueran perfectas”, ha precisado el letrado.

“BALAS DE LA REPRESIÓN”

Por su parte, CEAQUA ha solicitado de nuevo que el exministro sea procesado en Argentina por lesa humanidad, ya que consideran que sí hubo un ataque sistemático contra la oposición al régimen franquista y que las muertes ocurrieron en meses y años inmediatos al fallecimiento del dictador, el 20 de noviembre de 1975.

CEAQUA acusa a Martín Villa de permitir el asesinato, por fuerzas del orden público, de tres personas el 3 de marzo de 1976 en Vitoria y de una más durante las fiestas de San Fermín en Pamplona el 8 de julio de 1978, “en un contexto de crímenes contra la humanidad”.

Para su equipo jurídico, representado en la vista por el abogado Eduardo Fachal, la revocación del procesamiento es un fallo “arbitrario” porque se le “exige” a los querellantes “un plus de fundamentación que está sobradamente probada en este expediente”.

Los querellantes creen que sí hay “una confesión, un reconocimiento” de Martín Villa y lo ven en declaraciones suyas en las que habla de “episódicas extralimitaciones” por parte de las fuerzas de seguridad, que no podían permitir que hubiera “permisividad” policial ante las “perturbaciones” del orden público.

“Él era parte de esa estructura organizativa del poder”, ha resumido Fachal, que ha rememorado que en el suceso de Vitoria Martín Villa era ministro de Relaciones Sindicales y tenía el “poder público” respecto de los trabajadores, a los que disolvió de una “asamblea pacífica” en una Iglesia con “las balas de la represión”.

SIN EVIDENCIAS

En la última resolución, a la que tuvo acceso Europa Press, miembros del tribunal precisaban que no hay “pruebas directas o indirectas, indiciarias, variadas y/o unívocas compatibles” de los delitos de lesa humanidad que se le atribuían al exministro español.

En el texto que revocaba el procesamiento, el tribunal consideraba que la investigación de la juez Servini “carece” de las evidencias necesarias para procesar a Martín Villa, dado que “no basta con invocar las percepciones y opiniones sobre el contexto de lo acontecido”, sobre todo cuando, “como se vio”, dichas opiniones “están enfrentadas con otras diamentralmente opuestas”.

Para Martín Irurzun, uno de los magistrados firmantes de la resolución, faltan pruebas para acreditar “un plan generalizado y sistemático contra parte de la población civil local en la época de los cuatro hechos del procesamiento”. Y aseguró que no coincide con Servini en que Martín Villa fuera “autor mediato” de los hechos.

En este sentido, el magistrado Roberto Boico –también firmante del fallo– hizo hincapié en que no se han aportado “pruebas objetivas, sea directas o indirectas” relativas a los crímenes contra la humanidad que se le atribuyeron al exministro.

Boico aseguró que aunque es “innegable” la “dificultad” del trabajo de los investigadores ello “no puede traducirse en relajar exigencias probatorias”. Así puso de manifiesto que, a su juicio, la decisión de Servini de procesar a Martín Villa fue un “desacierto”.

Los magistrados declararon la “falta de mérito” para procesar al exministro, pero también para archivar por completo el procedimiento en su contra. Explicaron que “la ley impone la adopción de un temperamento expectante, hasta tanto la pesquisa arroje respuestas en uno u otro sentido, sobre los interrogantes en pie”.


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