MADRID, 02 (SERVIMEDIA)
El delegado de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, avanzó este jueves que el Ayuntamiento de Madrid no pedirá “nuevos esfuerzos” a los madrileños en materia de restricciones, al menos hasta 2030 “porque no son necesarios”, ya que las medidas contempladas en Madrid 360 que terminaron de aplicarse este 1 de enero “son suficientes” para cumplir con la nueva directiva europea de calidad del aire que establece nuevos límites para dentro de cinco años.
Así lo explicó este jueves en declaraciones desde Cibeles, en el día en que el Ayuntamiento ha hecho oficial que Madrid cumplió en 2024 por tercer año consecutivo con la directiva europea de calidad del aire. El próximo reto llegará en 2030, con una nueva directiva que reduce los límites de dióxido de nitrógeno en el aire a 20 microgramos por metro cúbico, en las estaciones medidoras de la ciudad.
No obstante, Carabante aseguró que con las medidas implantadas actualmente, que en 2026 terminarán definitivamente con la circulación de la práctica totalidad de los vehículos sin etiqueta de particulares en Madrid, es suficiente para conseguir los 20 microgramos. En ese sentido, recordó que ya hay 9 estaciones de las 24 de toda la ciudad que cumplen con ese límite.
El delegado explicó que los efectos de las medidas que reducen la contaminación son “acumulativos” y por tanto “todas las reducciones de la contaminación se van sumando”, lo que hace que Madrid esté “en la senda para poder cumplir año 2030 sin incorporar nuevas restricciones”.
Carabante manifestó que en la nueva ordenanza de movilidad sostenible en la que trabaja el Ayuntamiento después de la sentencia judicial que tumbó parcialmente la que rige actualmente, “no habrá nuevas restricciones de circulación para los madrileños más allá de las que están contempladas” actualmente.
Añadió que el Ayuntamiento seguirá “trabajando en la mejora de la eficiencia energética” de los edificios y en la “incorporación de criterios bioclimáticos a la mejora del espacio público” como la plantación de árboles.
Por otro lado, celebró que las medidas se han aplicado de forma alejada de quienes emplean “el sectarismo” en esta materia, porque se ha “demostrado que es posible tener una política de sostenibilidad ambiental compatible con la sostenibilidad económica y también compatible con la sostenibilidad social”.
Algo que, a su juicio, ha convertido Madrid en una ciudad “ejemplar” y “tractora de las políticas de sostenibilidad para que el resto de las ciudades vayan copiando y vayan a rebufo de las políticas” que pone en marcha Madrid.
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