MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
Los vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) han aprovechado la Comisión Permanente celebrada este jueves para trasladar al presidente interino del órgano de gobierno de los jueces, Rafael Mozo, su sorpresa por la noticia de la renuncia de la vocal progresista Concepción Sáez ante lo que considera una situación “insostenible” por la “degradación” de la institución.
Según las fuentes del CGPJ consultadas por Europa Press, la dimisión de Sáez, que se conoció el miércoles por la noche, se ha abordado de manera extraoficial porque no constaba en el orden del día de la Comisión Permanente.
Los vocales presentes han expresado su sorpresa, ya que aunque Sáez hacía meses que venía manifestando su deseo de abandonar el Consejo no esperaban que finalmente diera el paso ni lo había comunicado a sus compañeros.
Mozo, de acuerdo con las citadas fuentes, les ha confirmado que, efectivamente Sáez se lo planteó a través de una carta fechada el 13 de marzo, exponiendo que no lo había puesto en conocimiento del resto de vocales porque aún tenía pendiente una conversación con ella.
Ahora está en manos de Mozo decidir si acepta o rechaza la renuncia de Sáez, algo que se resolverá en el Pleno ordinario previsto para el próximo 30 de marzo. De aceptarla, el CGPJ se quedaría con 17 vocales y uno menos en el bloque progresista (7) frente a los 10 que integran el ala conservadora.
UNA CONTINUIDAD “INÚTIL”
En la carta, a la que ha tenido acceso esta agencia de noticias, Sáez, nombrada a propuesta de Izquierda Unida, plantea su renuncia como “ineludible”. En primer lugar, porque el CGPJ lleva caducado más de cuatro años.
Sáez explica que, “por un excesivo y quizá equivocado sentido de responsabilidad”, ha venido “aguantando el transcurrir de los meses y de los años no sin inquietud ni incomodidad”, pero que “en este momento resulta difícil pronosticar cuándo y cómo se resolverá esa larga crisis que tanta deslegitimación está provocando sobre la imagen de nuestro sistema judicial”.
En segundo lugar, la vocal señala a “la incapacidad de tomar determinadas decisiones en el ejercicio ordinario de las competencias de este órgano al tiempo que se clama por la recuperación de competencias impropias de un Consejo en funciones”, algo que dice ha terminado por “agotar” su “paciencia”.
“Estimo inútil jurídica y políticamente mi continuidad en este escenario de radical y puede que ya irreversible degradación de la institución”, concluye.
MOVIMIENTO AISLADO
Desde el CGPJ, se descarta prácticamente que a la de Sáez vayan a seguir más dimisiones, a pesar de que no son pocas las voces que manifiestan un sentimiento de hartazgo por los nueve años que llevan en el cargo.
No obstante, justifican su continuidad en la necesidad de que el CGPJ siga funcionando, sobre todo en la llevanza del día a día (bajas, libranzas, comisiones de servicio, etc), así como en el hecho de que la solución a la situación de interinidad del Consejo debe venir de los políticos, no de los propios vocales.
Lo cierto es que una dimisión en bloque de los ahora 18 vocales del CGPJ pondría en peligro el ‘quorum’ legalmente exigido para que las decisiones adoptadas en Pleno sean válidas: 11 vocales.
Desde el 4 de diciembre de 2018, cuando comenzó a trabajar en funciones, el CGPJ ha pasado de tener 20 vocales más el presidente a tan solo 18 –Rafael Fernández Valverde se jubiló y Victoria Cinto falleció– con un jefe interino, ya que Carlos Lesmes dimitió el 9 de octubre, precisamente, para forzar un acuerdo político de renovación que no llega.
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