MADRID, 25 (EUROPA PRESS)
Al menos 22 personas han muerto, la mayoría mujeres y niños, y otras 110 han resultado heridas durante los combates del viernes entre el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido en la ciudad de El Fasher, capital de Darfur Norte y centro histórico de la región de Darfur, ahora mismo escenario de una devastadora ofensiva paramilitar que ese mismo viernes desató el éxodo de casi 250.000 personas en solo 24 horas.
La estimación ha sido proporcionada por el director general de los servicios de salud de Darfur Norte, Ibrahim Abdalá Jater, quien ha avisado al ‘Sudan Tribune’ de que se trata de cifras muy conservadoras por lo caótico de la situación.
El colapso de los servicios sanitarios es casi total. El hospital Sur, epicentro de la red de centros médicos de la región, está completamente saturado de pacientes y, a pesar de la ayuda de Médicos Sin Fronteras, está a punto de quedarse sin medicinas ante la imposibilidad de la llegada de ayuda desde la ciudad de Puerto Sudán.
El responsable médico acusó a las RSF de haber saqueado el único hospital pediátrico de la región, y al Ejército de forzar un tiroteo con las RSF que ha atrapado en medio al personal de un hospital docente. Solo cuatro centros médicos — el Sur, el Saudí, el Militar y el de la Policía — funcionan de alguna manera en todo el estado.
Cabe recordar que organizaciones locales sudanesas alertaron el viernes de que casi 250.000 sudaneses huyeron durante todo ese día del campamento de desplazados de Abu Shuk, en los alrededores de la ciudad, después de que las RSF invadieran la zona el pasado miércoles “en medio de una ola de asesinatos, detenciones y saqueos” aprovechando una “inexplicable retirada” de las fuerzas del Ejército de Sudán y sus grupos aliados, informó el portavoz del Comité para la Coordinación de Desplazados en Darfur, Adam Rijal.
El éxodo, ha declarado Rijal al ‘Sudan Tribune’, comenzó el jueves por la mañana en el norte del campamento y los casi 250.000 civiles han escapado “a zonas desconocidas” dado que la situación en El Fasher, a solo 2,5 kilómetros del campamento y defendida por unidades del Ejército y por las milicias del gobernador regional, Minni Minawi, es prácticamente insostenible.
La guerra desencadenada el 15 de abril del año pasado entre el Ejército y las RSF ha devastado prácticamente el país, además de inflamar todavía más los históricos conflictos intercomunitarios en la región de Darfur, donde los paramilitares han sido acusados de librar una campaña de exterminio contra las tribus no árabes de la zona mientras que el Ejército ha sido responsabilizado de ataques indiscriminados contra la población.
En torno a 16.000 personas han muerto desde el estallido del conflicto, según las estimaciones más conservadoras, pero responsables diplomáticos como el enviado especial de Estados Unidos para Sudán, Tom Perriello, dan como posibles cifras que multiplicarían por diez estas cifras actuales.
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