Biden celebra el “histórico” acuerdo y reconoce el “gran sacrificio” de los trabajadores
MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
El 64 por ciento de los miembros del sindicato estadounidense Trabajadores de la Automoción Unidos (UAW, por sus siglas en inglés) ha aprobado este lunes el acuerdo alcanzado a finales de octubre con Ford, General Motors y Stellantis tras una huelga de seis semanas y en la que participaron más de 40.000 empleados.
“Los afiliados han hablado. Después de años de recortes, meses de nuestra campaña ‘Stand Up’ y semanas en los piquetes, hemos cambiado la situación de los trabajadores de la industria automotriz estadounidense (…) Ahora llevamos nuestra fuerza huelguística y nuestro espíritu de lucha al resto de las industrias que representamos, y a millones de trabajadores no sindicalizados dispuestos a levantarse y luchar por una mejor forma de vida”, ha asegurado el presidente del UAW, Shawn Fain, según un comunicado del sindicato.
En ese sentido, el sindicato ha celebrado que unos 150.000 trabajadores han recuperado derechos perdidos durante la crisis financiera de 2008 y que ahora verán un incremento salarial del 25 por ciento por hora, unidas a asignaciones ajustadas al coste de vida durante la duración de este nuevo convenio, que tendrá vigencia hasta 2028.
“Tras décadas de desindustrialización y declive de la clase trabajadora, los nuevos contratos allanan el camino para un futuro de reindustrialización y poder de la clase trabajadora”, ha añadido el sindicato.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha felicitado tanto a los trabajadores como al sindicato en lo que considera como un “contrato histórico” conseguido a través de “un gran sacrificio”
“Estos contratos demuestran que cuando a los sindicatos les va bien, eso beneficia a todos los trabajadores. Tras los históricos acuerdos de la UAW, Toyota, Honda, Hyundai y Subaru también han anunciado importantes aumentos salariales. La UAW está luchando con ahínco para garantizar que todos los puestos de trabajo en el sector del automóvil sean buenos empleos para la clase media, y yo estoy con ellos en esa lucha”, ha declarado Biden, según un comunicado de la Casa Blanca.
La convocatoria se produjo después de que los tres fabricantes no ofrecieran lo exigido por el sindicato, que pedía recuperar beneficios perdidos “hace más de una década, cuando las empresas carecían de liquidez y estaban al borde de la quiebra”.
Así, UAW rechazó aumentos salariales de dos dígitos con la intención de materializar sus “ambiciosas reivindicaciones” respecto a los salarios, prestaciones y protección de empleo en un contexto en el que los ‘Tres Grandes’ han registrado enormes beneficios.
El sindicato automovilístico convocó una huelga en todas las plantas de Ford, General Motors y Stellantis, tornándose así en la primera vez en la historia en que se convoca una huelga a la vez en las fábricas las tres principales empresas automovilísticas de Estados Unidos. General Motors, por su parte, informó hace unas semanas de que la interrupción parcial de la producción le ha hecho perder unos 200 millones de dólares (unos 190 millones de euros) semanales.
La repercusión de la misma ha sido tal que incluso Biden llegó a participar en un piquete, convirtiéndose así en el primer mandatario en activo en formar parte de este tipo de manifestaciones.
El tipo de huelga ‘Stand Up’ es, según define el propio sindicato en su página web, “un nuevo enfoque huelguístico” que consiste en convocar algunos parones locales e ir sumando cada vez más, lo que proporciona “máxima influencia y flexibilidad en la lucha por conseguir un contrato justo en cada uno de los tres grandes fabricantes de automóviles”.
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