MADRID, 17 (SERVIMEDIA)
La Federación de Consumidores y Usuarios CECU acusó este miércoles a los supermercados de llevar a cabo “prácticas de lavado verde” al anteponer en sus privilegiar en sus promociones los productos de origen animal a aquellos alimentos propios de una dieta sana, como las legumbres.
Lo hizo en su informe ‘Lavado verde en los supermercados españoles’ cuyas conclusiones dio a conocer hoy en las que determinó que la dieta está influida por la publicidad que se recibe cuando se hace la compra.
Este trabajo demuestra que los supermercados desoyen las recomendaciones dietéticas de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que piden “reducir la cantidad de carne en la dieta y aumentar el consumo de otras fuentes de proteína, como las legumbres”.
Prueba de ello, según el texto, es que “las alternativas a la carne como fuente de proteína, como legumbres y frutos sexos, tienen una promoción muy inferior a los productos de origen animal en los principales supermercados españoles”.
En ese sentido, el responsable de alimentación de CECU, Eduardo Montero, afirmó que “más del 80% de las promociones están dirigidas a los productos de origen animal, mientras que legumbres y frutos secos no llegan al 20%”.
Esto le sirvió para aseverar que “no puede ser que se responsabilice a la población de comer mal cuando los alimentos más sanos y sostenibles son los menos accesibles”.
El trabajo también incide en el caso de las frutas y verduras, que “más allá de que también reciben mucha menos promoción, cuando vamos a los lineales nos encontramos que más de la mitad de la fruta disponible no es de proximidad”.
Explicó que se ofrecen productos “cada vez más exóticos traídos de miles de kilómetros” y deploró que “las familias que producen fruta y verdura de forma responsable no consiguen colocar sus productos a precios dignos”.
CECU subrayó que las “prácticas de lavado verde” perpetradas por los supermercados se basan en tres pilares fundamentales: “falta de información y transparencia”, “sobredimensionar las acciones de bajo impacto” y “trasladar la responsabilidad a las personas consumidoras”.
Esta organización recurrió a distintos estudios para reseñar que “la mayor parte de las emisiones causantes del cambio climático que provienen de empresas como los supermercados son debidas fundamentalmente a los productos que comercializan”, siendo los productos cárnicos y derivados lácteos, en el caso de los supermercados, los que se llevan la palma en este punto.
Ante esta situación, CECU reclamó al Gobierno la puesta en marcha de “medidas regulatorias ambiciosas basadas en las recomendaciones de la Aesan”, tales como “proteger la producción sostenible de alimentos”, “garantizar el acceso a alimentos sanos y sostenibles para todas las personas” y “evitar que la publicidad condiciones negativamente nuestras decisiones de compra”.
También exigió a los supermercados que “ayuden a las personas consumidoras a tomar decisiones de compra responsables, promocionando en mayor medida los alimentos más sanos y sostenibles y con producción de proximidad”.
Por último, conminó a “conseguir que en 2030 la promoción de legumbres y frutos secos alcance el 70% y avanzar hacia consumir menos y mejor carne, pero de proximidad”.
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