Su hijo Francisco Javier dice que cuando intentaba “cuestionarle” le decía: “¿Rumasa quién la ha hecho, tu o yo?”
MADRID, 31 (EUROPA PRESS)
Tres de los seis hijos del fallecido empresario español José María Ruiz-Mateos que están siendo juzgados por la Audiencia Nacional por la presunta estafa de Nueva Rumasa han seguido la línea marcada por sus otros tres hermanos acusados y han responsabilizado al patriarca de los hechos. “El único consejo de administración era mi padre y el espejo”, ha dicho uno de ellos.
La tercera sesión de la vista oral ha servido para que el tribunal pueda escuchar a Pablo, Francisco Javier y Alfonso Ruiz-Mateos que, junto a Zoilo, José María y Álvaro –que declararon el martes– se enfrentan a una petición por parte de la Fiscalía Anticorrupción de 16 años de cárcel respectivamente por delitos de estafa, blanqueo de capitales y alzamiento de bienes.
Cabe recordar que la Fiscalía solicita para los otros nueve acusados –todos ellos responsables del grupo– a penas que van de los 3 años de cárcel a los 15 años y 6 meses de prisión por delitos de estafa, blanqueo de capitales, alzamiento de bienes y contra la Hacienda Pública.
El encargado de abrir la sesión ha sido Pablo, que se encargó de la sección hotelera del grupo, llegando a ser consejero delegado de Nueva Rumasa. Sin embargo, y como ya señalaron sus hermanos, nunca ejerció como tal y fue su padre el responsable de su nombramiento. Tampoco, ha aclarado, le preguntó las razones por las que lo hizo.
Pablo, además, ha negado cualquier tipo de responsabilidad en la emisión de pagarés. “La emisión parte de mi padre, él ideó el tema”, ha asegurado, señalando al patriarca como el responsable de organizar la publicación y toda la organización de la emisión. “Yo me limito a firmar por confianza e instrucción de él. Él estaba convencido de la solvencia del grupo y que iba a cumplir absolutamente todo”, ha añadido.
PAGARÉS POR INSTRUCCIÓN DE SU PADRE
A este respecto, el acusado sí que ha reconocido que firmó pagarés de Rumanova y Maspalomas, dos de las sociedades del grupo, aunque ha insistido en que lo hizo “por instrucción” de su padre. “¿En qué cabeza cabría que me pusiese de administrador de una sociedad o apoderado si no es esa su intención?”, se ha preguntado tras ser cuestionado si su padre pretendía pagar a los inversores.
El fiscal le ha instado a explicar porqué su padre no figuraba como administrador único de las sociedades por las que está acusado si era él el encargado de decidir todas las cuestiones. “Pues no lo se. Habría que preguntarle a él”, ha zanjado.
Tras Pablo ha llegado el turno de Francisco Javier, el quinto hermano en declarar en la vista oral, y que figuraba como apoderado de José María Ruiz-Mateos Sociedad Anónima. “A mí nadie me informó de que se me iba a hacer responsable de ese proyecto. Nunca acepté la responsabilidad de ese proyecto, de hecho no está firmado. Yo me enteré de ese proyecto un año después”, ha sostenido.
“CONFIANZA EXTREMA” EN EL PATRIARCA
Como ya hicieran sus hermanos, Francisco Javier ha dejado claro que no se le ocurrió “preguntar” a su padre, porque “podían pasar dos cosas”. “Se genera una desconfianza tan brutal que podías perder el puesto de trabajo, como a veces me ha pasado o directamente desaparecer. En ningún momento aceptaba algo que se le pudiera cuestionar”, ha apuntado.
En este contexto, el acusado ha realizado una reflexión a preguntar de Anticorrupción. “José María Ruiz-Mateos está ahora criminalizado y tiene una fama. Pero claro, a mí mi padre cuando me pide ser apoderado, trabajando para él durante muchos años, expandiendo y teniendo 10.000 empleados* toda una maravilla. Pues mi confianza era extrema en él”, se ha justificado.
Según ha aseverado, no detectó y nadie le “informó absolutamente” de que pudiera “estar incurriendo en algún tipo de ilegalidad por ser apoderado de una sociedad” en la que el administrador era su padre.
Francisco Javier ha sido todavía más tajante al ser cuestionado sobre la autoridad del patriarca en Nueva Rumasa. “El único consejo de administración que había ahí era mi padre. El único consejo de administración era mi padre con el espejo. Él decidía cada mañana lo que había que hacer, lo que había que ordenar y lo que había que ejecutar”, ha apostillado.
Como tal, ha señalado que el “acató una decisión del dueño, de José María Ruiz-Mateos, administrador y dueño gestor”. “Cuando yo intentaba cuestionarle algo o no estar de acuerdo en algo, me decía… ¿Rumasa quién la ha hecho, tú o yo?”, ha zanjado.
Alfonso, por su parte, ha sostenido que estaba “a nivel horizontal” de los técnicos que trabajaban en la empresa. “Mi padre estaba encima de mí, es así. Costó bastante tiempo que me llamara a despachar, pero cuando vio la evolución e incremento de ventas creo que estaba satisfecho con el equipo en general”, ha defendido.
La vista oral se reanudará este jueves con el interrogatorio de las partes a Alfonso Ruiz-Mateos y con el del resto de acusados. El presidente del tribunal, el magistrado Fernando Andreu, ha señalado que también declararán los responsables civiles subsidiarios y los partícipes a título lucrativo.
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