MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
Los resultados en salud son el indicador más relevante, pero también el más difícil de medir, en la compra pública basada en valor, según se desprende de un sondeo realizado por la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), con la colaboración de PRIM.
“El tipo de indicador valorado como más relevante por los participantes para medir la compra pública basada en valor son los resultados en salud, señalados por más del 62 por ciento de los participantes. Sin embargo, el 50 por ciento también indica que este es precisamente el criterio más difícil de medir”, ha explicado durante la presentación el tesorero de SEDISA, José Manuel Pérez.
Los datos del sondeo, en el que han participado 50 directivos de la salud de varias comunidades autónomas, han sido presentados este martes en la Jornada ‘Experiencias en compra pública basada en valor’. Según el documento, la compra pública basada en valor es una herramienta fundamental para poder materializar la necesaria gestión sanitaria basada en valor. No obstante, señala que hay un trabajo importante por hacer en relación a la puesta en marcha de proyectos en torno a compra pública basada en valor, sobre todo por la falta de definición de indicadores para medir y evaluar el valor.
Asimismo, el 40,4 por ciento de los participantes afirma que en su organización se realiza compra pública basada en valor. De estos, casi el 53 por ciento afirma que se incluyen criterios de adjudicación en los contratos públicos ligados al valor que aporta el producto o servicio solo entre el 0 y el 25 por ciento.
Sin embargo, la mitad de los participantes considera que esta valoración debería ser superior, de entre el 26 y el 50 por ciento, y un 35,7 por ciento más de participantes cree que se le debería asignar un porcentaje de puntuación de entre el 51 y el 75 por ciento en los concursos públicos.
Aunque los participantes creen que los resultados en salud son lo que más deberían pesar, los que realizan compra pública basada en valor en su hospital u organización señalan que, en la actualidad, los criterios más utilizados son los relacionados con la eficiencia.
En cuanto a las medidas valoradas como más prioritarias para implementar indicadores y medir la compra pública de indicadores son “la definición correcta de indicadores, valorada con un 6,67 sobre 7, y la formación sobre estos indicadores (6,47 sobre 7), seguidas por la participación de los pacientes en la definición de valor (5,8 sobre 7)”, ha explicado Pérez Gordo.
Como conclusión, ha señalado que “el establecimiento de indicadores concretos facilita el desarrollo de procesos y su medición y que las organizaciones sanitarias tracen una hoja de ruta para la gestión basada en valor”.
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