MADRID, 12 (SERVIMEDIA)
Las patronales de la distribución mostraron este lunes su desacuerdo con la petición que les ha hecho el Gobierno para que consensúen una cesta básica de alimentos con precios congelados hasta después de Navidades.
Tras la reunión que mantuvo con ellas la vicepresidenta Yolanda Díaz y el ministro Alberto Garzón, a la que también asistieron organizaciones de consumidores, los responsables de la distribución expresaron sus recelos hacia la petición del Ejecutivo.
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Grandes Empresas de Distribución (Anged), Javier Millán-Astray, afirmó que “se está proyectando una imagen del sector de la distribución que no tiene nada que ver con la realidad” y “no hay nada que demuestre un comportamiento anormal por la distribución” en la fijación de precios.
“Todo lo contrario”, dijo el directivo de Anged, que puso en contraste que mientras la industria ha elevado sus precios un 12,6% este año, la distribución lo ha hecho en un 7%, por debajo del IPC general medio.
“Hemos demostrado en pandemia o con la nevada de Filomena que somos un sector extraordinariamente responsable y ya estamos haciendo unos esfuerzos ingentes por la contención de precios”, agregó.
El presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, fue más claro y dijo que el marco legal “no contempla la posibilidad de acuerdos entre empresas sobre nada que limite o altere la competencia”.
Para el director general la Asociación de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados (Asedas), Ignacio García, su entidad no cree “que la elección de una cesta común sea una buena idea”, y no la ven “coherente con el funcionamiento de la distribución”.
Dijo que cuando se puso en práctica esta medida en Francia “no funcionó, pues hay consumidores que tenían la percepción de que la calidad había bajado”, y descendieron las ventas.
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