MADRID, 18 (SERVIMEDIA)
La ocupación de los recursos de acogida para migrantes adultos en Canarias se sitúa en torno al 50%, según afirmó este miércoles en el Congreso de los Diputados la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz.
Lo hizo en una comparecencia ante el Pleno solicitada por el PP , a propósito de “la grave crisis migratoria vivida durante 2023”. “Hemos aprendido de los errores del pasado”, declaró la ministra, y “la ocupación de los recursos de acogida en el archipiélago se ha situado de media en un 50%”, con el objetivo de dotar a las islas de un balón de oxígeno para que no se vuelvan a repetir imágenes como las del 2020 en el muelle de Arguineguin”.
Según explicó, la capacidad de acogida en Canarias se ha mantenido “por debajo del 50%” gracias a cuatro elementos: una gestión más eficiente de los traslados entre islas y entre el archipiélago y la Península; una ampliación de los recursos de acogida en el territorio peninsular, “a medida que las llegadas a Canarias aumentaban”; un refuerzo de los mecanismos de colaboración con el Ministerio del Interior y con las líneas aéreas, “utilizando vuelos regulares y vuelos chárter para los traslados a Península”; y el aumento de las capacidades de acogida en Canarias. “Todos estos recursos se financian en su totalidad con presupuesto del ministerio”, defendió Saiz.
Estas cifras no incluyen a los menores migrantes que llegan solos a Canarias, cuya atención y acogida corresponde a las comunidades autónomas. Asimismo, Saiz alabó el trabajo de todos los profesionales de estos centros, “tanto del ministerio como de las entidades del Tercer Sector que colaboran”, pues “hacen un trabajo de integración magnífico”. “Ayudan a estas personas a superar el trauma de un viaje complicadísimo y a lograr su inclusión en una sociedad a la que solo quieren aportar”, recalcó.
NUEVA TENDENCIA
La ministra admitió que, “desde el verano de 2023, se ha constatado un crecimiento del número de llegadas a las costas españolas y un cambio de perfil, con más solicitudes de protección internacional y más subsaharianos que magrebíes”. “Este Gobierno ha venido dando respuesta a un enorme desafío humanitario, político y logístico, que no es específico de España, sino que es un fenómeno que afecta a Europa en su conjunto”, resaltó.
“Hemos encarado este reto desde nuestras convicciones más profundas, conscientes del drama humano que supone, respetando siempre los derechos humanos y atendiendo el desamparo de las personas migrantes que llegan a nuestras costas huyendo de las devastadoras consecuencias del cambio climático, de la miseria, de los conflictos bélicos y buscando un futuro más esperanzador. O un futuro, a secas”, declaró la ministra.
A su juicio, “la migración es un proceso complejo que hay que gestionar de manera multilateral y con responsabilidades compartidas, también con comunidades autónomas, ayuntamientos y entidades sociales “.
Sin embargo, la atención humanitaria “es solo una parte de la política migratoria del Gobierno de España”, precisó Saiz, ya que “el ministerio no se dedica solo a gestionar flujos migratorios que llegan a nuestro país, sino que trabaja por regularlos y ordenarlos”.
REFORMAS
“Este Gobierno apuesta por una migración regular, ordenada y segura”, y destacó los programas de migración circular, con acuerdos de colaboración con veinte países y que ratificamos a través de la firma de MOUs, durante el viaje con el presidente del Gobierno el pasado agosto”.
“Estos programas permiten dar respuesta a las necesidades de personal a ocupaciones de difícil cobertura, a la vez que exploran nuevas vías de cooperación al desarrollo de los países con los que se firman”, apuntó.
Además, la ministra se refirió a la reforma del Reglamento de Extranjería, que “se aprobará de cara a finales de octubre o principios de noviembre y que facilitará, garantizará y mejorará la regularización y normalización de situaciones de personas que se encuentren en situación irregular”.
Indicó que su departamento lleva a cabo “una política de Estado, que no sólo atiende a quienes llegan, sino también a quienes están aquí, favoreciendo su inclusión en función de tres elementos: la familia, la formación y el empleo”.
“Por más alto y ancho que se construya un muro o valla no impedirá que una persona que huye del hambre, de la discriminación o de las balas luche por conseguir una vida digna”, declaró la ministra.
En su opinión, “el hecho migratorio es algo intrínseco al ser humano, y España, Europa, América del Norte y del Sur y la mayor parte de los países del mundo tienen que gestionarlo, en mayor o menor medida”
“¿Hay que mejorar? Sin duda, pero con medidas que nos hagan sentir mejores y más humanos, favoreciendo la inclusión de los que llegan, con derechos y con deberes. Igual que si fuéramos nosotros los que precisáramos de una mano tendida en un país distinto del que nacimos”, concluyó.
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