MADRID, 28 (EUROPA PRESS)
El balance de muertos a causa de los ataques perpetrados durante el fin de semana por personas armadas en el estado nigeriano de Plateau (centro) ha ascendido a cerca de 200, según han confirmado las autoridades del país africano.
El comité del área de Bokkos ha recalcado que 148 personas murieron en los ataques en la zona durante la jornada de Nochebuena, que se suman a otros 27 en Barkin Ladi y 19 en Mangu, para un total de 195 víctimas mortales.
Asimismo, el organismo ha señalado que cerca de 1.300 viviendas fueron incendiadas en Bokkos, epicentro de los ataques, en medio de la expansión de la violencia en zonas del norte y el centro de Nigeria, esta última zona afectada especialmente por los enfrentamientos intercomunitarios, tal y como ha recogido el diario nigeriano ‘Vanguard’.
En este sentido, el vicepresidente de Nigeria, Kashim Shettima, ha recalcado que las autoridades harán todo lo posible para llevar a los responsables ante la justicia, mientras que el ministro de Información, Mohammed Idris, ha prometido incrementar “los esfuerzos de respuesta ante crisis”.
“Nos gustaría reiterar el compromiso de la Administración del presidente, Bola Tinubu, para garantizar la seguridad en cada centímetro del territorio nigeriano y lograr que todas las formas de criminalidad por parte de terroristas, bandidos y milicianos son enfrentadas de forma firme y decisiva”, ha apuntado.
De esta forma, Idris ha hecho hincapié en que Tinubu “ha ordenado a las agencias de seguridad que garanticen que los responsables de estos asesinatos atroces son capturados y llevados ante la justicia”, al tiempo que ha dado directrices para la entrega de ayuda humanitaria a las zonas afectadas, según ‘The Cable’.
Nigeria ha sido escenario de un repunte de las tensiones intercomunitarias durante los últimos años debido a las disputas en torno a territorios y recursos, especialmente ante el impacto de la sequía. La mayoría de estos enfrentamientos han estado protagonizados por pastores fulani, mayoritariamente musulmanes, y agricultores asentados en el centro del país, principalmente cristianos.
Los fulani denuncian su marginación en Nigeria y otros países de la región, mientras que otras comunidades les acusan de ser miembros de grupos yihadistas que operan en la zona debido a que estos –incluidas las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico– han aprovechado el descontento de los peul para engrosar sus filas. Esto ha derivado además en denuncias sobre abusos por parte de las fuerzas de seguridad contra esta comunidad.
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