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Los precios de la energía, lejos de los récords registrados en 2022 en el primer aniversario de la invasión de Ucrania

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MADRID, 24 (SERVIMEDIA)

La guerra en Ucrania provocó un verdadero terremoto en los mercados internacionales de la energía que cristalizó en varios récords históricos y una serie de transformaciones que eran impensables cuando hace ahora un año, el 24 de febrero de 2022, se inició este conflicto bélico en Europa, aunque ahora esos máximos están lejos y, por ejemplo, la electricidad actualmente en España es un 40% más barata y el gas natural solo un 12% más caro que a estas alturas de 2021.

En concreto, según los últimos datos publicados por el INE, el precio de la electricidad en España cerró el mes de enero un 40,8% más barato que un año antes en comparación con el incremento del 46,4% que se registró en el mismo mes del año pasado cuando cada vez se consideraba más probable que Vladimir Putin fuera a invadir Ucrania.

El precio mayorista de la electricidad marcó su récord poco después del inicio de la guerra cuando el 7 de marzo de 2022 llegó a los 545 euros por MWh y se mantuvo muy elevado hasta octubre, cuando empezó a bajar en términos interanuales, lo que no evitó que 2022 fuera el año más caro de la historia pese a que el Gobierno aplicó importantes rebajas fiscales e intervenciones del mercado como la excepción ibérica.

Ahora, en comparación con el año anterior, en febrero sigue la tendencia de importantes caídas iniciada en octubre de 2022, mes que acabó con una serie de 19 meses consecutivos de ascensos interanuales que incluso en muchas ocasiones superaron el 60%, lo que explicó gran parte de los fuertes incrementos del IPC el año pasado.

Por su parte, el gas, que tiene limitadas las subidas en la tarifa regulada, acabó el primer mes del año con una subida del 11,8%, cifra inferior al 12,1% de crecimiento que experimentó en enero de 2022, aunque encadenando 19 meses consecutivos al alza respecto al dato del ejercicio precedente. En términos mensuales el precio de este suministro aumentó un 7,2%.

En cuanto a los carburantes, el gasóleo cerró enero con un incremento del 13,8%, inferior al crecimiento del 25,7% que experimentó en el año 2021. En términos mensuales, subió un 10,2%, rompiendo dos meses consecutivos a la baja tras la retirada de la bonificación de 20 céntimos por litro.

Por su parte, la gasolina experimentó un repunte en su precio del 1,3% interanual en el comienzo de 2023, muy por debajo del incremento del 23,1% que registró el año pasado. En términos mensuales, el precio se elevó un 12,7% respecto a diciembre frente a la caída de precio registrada el mes anterior.

Con ello, el precio de los carburantes en España se sitúa ahora un poco por encima del registrado al inicio de la guerra pero lejos de los récords alcanzados en junio del año pasado en los 2,14 euros para la gasolina y los 2,10 para el diésel. Eso sí, los consumidores no tuvieron que abonar nunca esos precios ya que desde el 1 de abril y hasta el 31 de diciembre estuvo vigente el descuento de 20 céntimos a los carburantes de forma general, que continúa ahora solo para algunos colectivos profesionales como los transportistas.

En las últimas semanas los carburantes de automoción han mantenido una tendencia a la baja que ha sido más intensa en el gasóleo, que ahora vuelve a ser más barato que la gasolina, algo que no ocurría desde el pasado mes de agosto y que se explica porque la guerra ha tenido un mayor impacto en el diésel al ser Rusia un gran productor de este combustible.

BRENT Y TTF

Las referencias internacionales de precios del petróleo y el gas también han vivido un año muy volátil pero ahora están por debajo de sus niveles de hace un año. Así, el Brent cotiza ahora en el entorno de los 80 dólares por barril cuando en febrero de 2022 rondaba los 100 dólares, precio que en marzo llegó a rozar los 140 dólares.

De hecho, se mantuvo claramente por encima de los 100 dólares hasta el mes de agosto, para desde entonces iniciar una tendencia a la baja que le llevó a cerrar el año en niveles cercanos a los actuales, experimentando en el conjunto de 2022 finalmente solo un incremento del 5%.

Aún más volátil ha sido la evolución del TTF, el índice que sirve de referencia para el gas en Europa y que marca el precio de la electricidad, que ya meses antes de la guerra inició una fuerte subida que le llevó a superar claramente los cerca de 20 euros por megavatio hora (MWH) a los que cotizaba a inicios de 2021.

En consecuencia, al inicio del conflicto y también en agosto de 2022 llegó a acercarse a los 350 euros por MWh y se mantuvo muchas semanas en los 200 euros. De hecho, no fue hasta finales de 2022 cuando bajó por debajo de los 100 euros, después de que la Comisión Europea acordara establecer un tope en los 180 euros, similar al aplicado en España y Portugal desde junio para limitar su impacto en la electricidad.

Ahora, el TTF cotiza en el entorno de los 50 euros por MWh y desde el inicio de 2023 acumula una caída superior al 40%, puesto que el TTF alcanzaba los 83,83 euros al cierre del año pasado, ya muy lejos de su récord histórico.

DEPENDENCIA DE RUSIA

Pese a la guerra, el 12,6% del gas natural importado por España y el 1,1% del petróleo procedieron de Rusia en el año 2022, según los datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).

Con el inicio de la guerra en Ucrania en febrero de 2022 estos suministros del país más extenso del mundo, que es el segundo productor mundial de gas (solo por detrás de Estados Unidos) y el tercero de petróleo (por detrás también de Estados Unidos y Arabia Saudí), se vieron significativamente afectados pero en sentido contrario, ya que aumentó el gas ruso llegado a España mientras se redujo el petróleo, a cero desde mayo.

En cuanto a las importaciones de gas, España recibió el año pasado 56.021 gigavatios hora (GWh) procedentes de Rusia, un 54,8% más que en el año 2021 (37.027 GWh). Como consecuencia, su cuota subió 3,7puntos, del 8,9% al 12,6%.

El pasado año, el país presidido por Vladimir Putin se mantuvo como el cuarto mayor importador de esta materia prima a España solo por detrás de estados Unidos, Argelia y Nigeria. Además, en los últimos meses de 2022 incluso superó a Nigeria y se consolidó en el tercer puesto, algo que también ocurrió en el mes de diciembre, cuando exportó al país 5.453 GWh, un 30% más y el 14,3% del total.

Por otro lado, el año pasado Rusia exportó a España 698 miles de toneladas (mt) de crudo, un 72,8% menos que en 2021 (2,6 millones de toneladas). Todo el petróleo ruso llegó en el primer cuatrimestre. En este caso, su cuota cayó del 4,6% al 1,1%. De hecho, tras este desplome, fue el decimoséptimo mayor suministrador, nueve puestos por detrás de su posición en 2021.


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