MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El Real Decreto que revisa doce planes hidrológicos para el tercer ciclo de planificación, es decir el periodo 2022-2027, que contemplan inversiones de 22.844 millones de euros con los que se establecen más de 6.500 medidas para inversiones en modernización, mejora de saneamiento y depuración, abastecimientos, regadíos y conservación del dominio público hidráulico.
En concreto, de los 22.844 millones de euros, se destinarán 6.600 millones de euros destinados a actuaciones de mejora del saneamiento y la depuración y 2.200 para mejora de abastecimientos. Además, se invertirán más de 5.000 millones de euros en infraestructuras de regadío, más de 2.000 millones de euros para gestión del riesgo de inundación y casi 1.300 millones de euros para restauración y conservación del dominio público hidráulico.
La aprobación de los 12 planes de cuenca culmina el proceso de revisión del tercer ciclo de planificación hidrológica con retraso, puesto que debía haber sido remitida a Bruselas antes de acabar 2022 y tiene en cuenta por primera vez los escenarios y desafíos de cambio climático, los fenómenos extremos, las sequías o las inundaciones.
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico asegura que están completamente alineados con las políticas europeas como el Pacto Verde, el Plan de ‘Contaminación Cero’ y con la nueva Directiva europea de calidad del agua para consumo humano.
De la distribución de las inversiones para acometer las 6.500 medidas previstas más de 10.600 millones de euros, el 46,7 por ciento del total, serán aportados por la Administración General del Estado. Además, casi 8.300 millones de euros (el 36,3%) correrán a cargo de las comunidades y ciudades autónomas; más de 2.300 millones de euros (10,2%) serán financiadas por la administración local y más de 1.500 millones de euros restantes, el 6,7%, serán financiadas por otros agentes.
Entre estas inversiones, destacan algunas como los más de 6.600 millones de euros se destinarán a actuaciones de mejora del saneamiento y la depuración; los más de 2.200 millones de euros para mejora de los abastecimientos; más de 5.000 millones de euros que se invertirán a infraestructuras de regadío; más de 2.000 millones de euros para gestión del riesgo de inundación y casi 1.300 millones de euros para la restauración y conservación del Dominio Público Hidráulico.
En la tercera revisión de la planificación hidrológica, a diferencia de las planificaciones de primer y segundo ciclo, los planes definen caudales ecológicos para todas las masas de agua, determinando caudales mínimos y máximos, de forma que se aseguren la protección de las masas de agua, los ecosistemas y el territorio.
Del mismo modo, se recogen las medidas necesarias para reducir las presiones ambientales que sufren las masas de agua, actuando sobre las actividades que las generan.
Según datos del Gobierno, los caudales de los ríos españoles se han reducido un 12 por ciento desde 1980. Para adaptarse a una realidad en la que el cambio climático reducirá la disponibilidad del agua, el texto plantea un cambio de tendencia en el uso de los recursos.
En concreto, se reducen las asignaciones para los distintos usos pasando de los 28.000 hm3/al año que marcaba la anterior planificación a 26.800 hm3/al año, una medida orientada a garantizar el acceso equitativo al agua para todos los ciudadanos.
Para diversificar las fuentes de obtención del recurso la desalación contará con más protagonismo para garantizar el suministro y equilibrar las demandas y los requerimientos medioambientales.
En materia de fomentar la calidad del agua, se impulsará junto a las administraciones competentes, la mejora del saneamiento y la depuración parar subsanar retrasos acumulados por nuestro país en el cumplimiento de la normativa europea sobre protección de aguas residuales.
En la misma línea, se refuerzan las medidas para luchar contra la contaminación difusa, tal y como marca el Real Decreto de enero de 2022 sobre protección de las aguas contra la contaminación difusa provocada por los nitratos agrarios. Además, se contemplan medidas para luchar contra los contaminantes emergentes como microplásticos o antibióticos.
La nueva planificación también incide en la recuperación ambiental de los espacios fluviales y en reducir el riesgo de inundación, incorporando soluciones basadas en la naturaleza, y también en la seguridad hídrica.
Por otro lado, según explica el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, estos planes junto con los de ‘Gestión del Riesgo de Inundación’, aprobados en el Consejo de Ministros del pasado martes, y los planes Especiales de Sequía, que se aprobarán este año, contemplan las principales medidas que permitirán lograr el buen estado de las masas de agua y conseguir un alto grado de seguridad hídrica y, en definitiva, respetar el medio ambiente sin comprometer el desarrollo socioeconómico.
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