MADRID, 03 (SERVIMEDIA)
La Asociación Española de Pediatría (AEP) presentó este jueves una batería de medidas dirigidas a las autoridades sanitarias, educativas y sociales para detener “el preocupante deterioro de la salud mental infanto-juvenil”.
Con motivo de la celebración el 8 de octubre del Día de la Pediatría, el Día P, la AEP puso el foco en la alarmante situación de deterioro de la salud mental que sufren los menores españoles.
Las cifras de enfermedad mental entre este sector de la población tan vulnerable no dejaron de crecer en los últimos años: así lo certifican el 95% de los pediatras encuestados en un análisis publicado en Anales de Pediatría, habiéndolo detectado en consulta.
A este respecto, la coordinadora del Comité de Salud Mental de la AEP, la doctora Paula Armero, apuntó que “si antes de la pandemia de la covid-19 la situación ya era complicada, puesto que cerca del 10% de los niños y el 20% de los adolescentes padecía algún tipo de trastorno mental, el escenario actual es de absoluta emergencia, pues la cifra se ha disparado a hasta un 47% desde entonces”.
Tras analizar los principales desafíos en torno a la salud mental de los menores, y bajo el lema ‘Pediatría y salud mental: construyendo futuros saludables’, los 13.000 pediatras que conforman la AEP hicieron un llamamiento a la acción ante la situación crítica de la salud mental infanto-juvenil.
MANIFIESTO
Para ello, elaboraron un manifiesto dirigido a las autoridades sanitarias, educativas y sociales y a las instituciones en el que se plantean propuestas claras para enfrentar esta crisis y detener el aumento de casos durante las primeras etapas de la vida.
Los pediatras remarcaron que recientes estudios apuntaron que la gran mayoría de los trastornos mentales se inician durante la infancia y adolescencia, debido a que las experiencias adversas en la infancia suponen un aspecto fundamental en el desarrollo de éstos.
Por ello, la AEP reivindicó la aplicación de cuatro medidas “cuanto antes” para “allanar la curva” de los trastornos mentales desde la niñez. En primer lugar, reclamaron más formación especializada en salud mental para estos profesionales. Por ello, consideraron vital que los residentes en pediatría roten durante su formación en servicios de psiquiatría infantil y que los profesionales en ejercicio tengan acceso a formación continuada.
A este respecto, la doctora Armero subrayó que “como pediatras, somos los primeros en detectar señales de alerta, pero necesitamos de una estructura robusta para abordar esta creciente demanda asistencial”.
PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
En segundo lugar, la AEP pidió implementar de forma urgente programas de prevención de salud mental desde los primeros niveles de atención, con protocolos específicos para el cribado en edades clave y la intervención temprana en las escuelas y los centros de salud.
Por ello, el presidente de la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), el doctor Pedro J. Rodríguez Hernández, apuntó que “los programas de salud del niño sano deberían ampliar el contenido en salud mental, incluyendo test de screening”.
ENFOQUE MULTIDISCIPLINAR
En tercer lugar, los pediatras hicieron un llamamiento a establecer alianzas con entidades del ámbito educativo y social para implementar programas de apoyo y formación que acompañen y guíen a las familias. Es fundamental fortalecer la comunicación entre profesionales de salud, familias y estas entidades, creando un entorno de confianza que permita a los padres identificar problemas y actuar de manera temprana y evitar el desarrollo de patología mental grave.
Y, en cuarto lugar, aseguraron que esta crisis de salud mental requiere de un enfoque multidisciplinar. “No basta con los esfuerzos individuales de los pediatras. Es necesario fortalecer la colaboración entre psiquiatras, psicólogos, enfermeras, pediatras de atención primaria, trabajadores sociales y educadores con el fin de ofrecer una atención integral y personalizada a cada paciente”, destacaron desde la AEP.
Así, instaron a la creación de equipos multidisciplinares en los centros de Atención Primaria, donde los pediatras puedan trabajar de manera coordinada con otros especialistas para garantizar una atención integral a los niños y adolescentes con trastornos de salud mental.
- Te recomendamos -