MADRID, 30 (SERVIMEDIA)
La Asociación Española de Pediatría (AEP) advirtió este lunes del riesgo de atragantamiento infantil con uvas, frutos secos, caramelos, palomitas o gominolas y urgió a “extremar la supervisión y las precauciones”.
Así consta en una nota informativa publicada por su Comité de Soporte Vital (CSV) que contempla recomendaciones para “prevenir” estos “accidentes”, además de “aclarar” los “mitos más comunes” sobre qué hacer en caso de que un niño sufra una obstrucción de las vías respiratorias.
Por lo que se refiere a los alimentos “más peligrosos” para los menores, dicho comité menciona en primer lugar las uvas, que, en caso de ofrecerse a niños pequeños, deben ser cortadas en mitades o incluso cuartos e ingeridas sin piel ni semillas.
Asimismo, caramelos duros, gominolas y palomitas de maíz no están recomendados para menores de seis años por su “alto riesgo de obstrucción” y los frutos secos solo están permitidos si han sido triturados o se presentan en crema para niños menores de cinco años, ya que los frutos secos enteros y el turrón duro “deben evitarse”.
En cuanto a salchichas y jamón serrano, se deben ofrecer en trozos “pequeños y longitudinales, nunca en rodajas”, para “minimizar el riesgo” de que se alojen en la tráquea.
En paralelo, se recomienda evitar que los niños coman mientras “juegan, hablen o rían”, hábitos que, según los especialistas, “aumentan la posibilidad de atragantamiento”.
Por lo que respecta a los juguetes, las “principales recomendaciones” incluyen adquirir artículos “adecuados” para la edad del niño, “evitando” piezas desmontables o pilas de botón; supervisar a los menores durante el juego, “especialmente” si hay niños de diferentes edades y “prestar atención” a los globos, que pueden causar “obstrucciones severas” si se aspiran mientras se inflan o tras romperse.
MANIOBRAS ESENCIALES
Entre las “maniobras esenciales” de actuación ante un atragantamiento, los pediatras del CSV aconsejan no intervenir si el niño está consciente con tos efectiva, dado que este es el mecanismo natural para expulsar el objeto.
En caso de que el niño esté consciente con tos inefectiva o dificultad respiratoria se debe pedir ayuda a las personas del entorno o al 112, mirar la boca y extraer el cuerpo extraño si está accesible y realizar cinco golpes en la espalda (interescapulares) seguidos de cinco compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) en mayores de un año.
“En menores de un año también se empezará con cinco golpes en la espalda (interescapulares) y luego cinco compresiones torácicas”, según los especialistas, que también recomiendan repetir todos estos pasos hasta que el menor respire bien, expulse el objeto o “hasta que empeore y pierda el conocimiento”.
En el caso de que el niño esté inconsciente, urgen a iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica y contactar “inmediatamente” con el servicio de emergencias (112) y advierten de que, incluso si el objeto es expulsado, “se debe acudir al hospital para descartar posibles lesiones o complicaciones”.
MITOS
Junto a ello, el documento “aclara” algunos “mitos” que “ocasionan errores” en la actuación ante un atragantamiento, como que introducir el dedo en la boca “ayuda a sacar el objeto”, puesto que, por el contrario, puede “empujarlo más profundamente y causar lesiones”, razón por la cual solo se debe hacer “si el objeto es visible, nunca a ciegas”.
Además, recuerda que soplar en la cara del niño “no tiene base científica y puede asustarle”, que un atragantamiento no solo ocurre al comer, sino que también puede suceder al jugar con objetos pequeños y que levantar al pequeño por los pies con la intención de que el cuerpo extraño salga de la vía aérea es una práctica “ineficaz y peligrosa”.
En este contexto, el coordinador del CSV de la AEP, Ignacio Manrique, aseguró que el atragantamiento “es prevenible si se toman medidas adecuadas, especialmente en estas fechas, en las que los niños están expuestos a alimentos como uvas, frutos secos o caramelos duros, y a juguetes con piezas pequeñas”.
Por último, defendió que actuar “correctamente” ante un episodio de este tipo “puede salvar vidas y evitar complicaciones graves”.
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