MADRID, 25 (SERVIMEDIA)
El mercado de refrigeración podría duplicar su crecimiento a mediados de siglo hasta alcanzar al menos 600.000 millones de dólares anuales y supondría unos ocho billones de dólares de ahorro en 2050 al reducir las emisiones en casi un 50% y bajar las facturas de electricidad, los costes de los equipos y las inversiones del sector energético.
Así se recoge en un informe publicado este miércoles por la Cool Coalition, liderada por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y la Corporación Financiera Internacional (CFI).
El crecimiento más rápido de la refrigeración se espera en África, donde el mercado se multiplicará por siete, y en el sur de Asia, que cuadruplicará su tamaño.
El informe reclama priorizar soluciones de refrigeración pasivas, energéticamente eficientes, respetuosas con el medio ambiente y económicamente viables.
Indica que las economías en desarrollo actualmente generan dos tercios de las emisiones relacionadas con la refrigeración en el mundo y ello podría aumentar hasta el 80% para 2050 por el crecimiento demográfico, la expansión económica y la urbanización.
Además, subraya que las tecnologías de refrigeración sostenible pueden reducir las emisiones relacionadas con la refrigeración casi a la mitad para 2050 en las economías en desarrollo.
“El mercado de la refrigeración sostenible representa una oportunidad de 600.000 millones de dólares para el sector privado, que podría generar más de ocho billones de dólares en beneficios para los países en desarrollo”, según Makhtar Diop, director general de la CFI, quien añadió: “Estas naciones son especialmente vulnerables a los efectos letales del aumento de las temperaturas y necesitan urgentemente soluciones de refrigeración”.
El informe destaca la necesidad de realizar importantes inversiones iniciales. Para cerrar las brechas existentes en el acceso a la refrigeración para los hogares y las pymes en los países en desarrollo se necesitarán entre 400.000 y 800.000 millones de dólares, además de los futuros aumentos de la demanda.
“Necesitamos soluciones de refrigeración sostenibles, asequibles y energéticamente eficientes que satisfagan la creciente demanda y apoyen el clima, la salud, la seguridad alimentaria y el desarrollo económico”, indicó Inger Andersen, directora ejecutiva del Pnuma.
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