MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
Las autoridades de Países Bajos han convocado este jueves al embajador de Israel en el país, Modi Ephraim, para protestar por las presuntas presiones y amenazas vertidas durante años por el Gobierno israelí contra trabajadores del Tribunal Penal Internacional (TPI) para que dejara de lado su investigación sobre posibles crímenes de guerra cometidos en Territorios Palestinos Ocupados, tal y como señalaban el mes pasado informaciones obtenidas por el diario británico ‘The Guardian’.
Así, los altos cargos del Ministerio de Exteriores neerlandés buscan reunirse con el embajador para trasladarle su “preocupación” por estas informaciones, que apuntan a escuchas telefónicas e intimidaciones por parte de los servicios de Inteligencia del país –con Yossi Cohen al frente– contra miembros de la corte, entre ellos la ahora ex fiscal jefa Fatou Bensouda.
No obstante, las autoridades neerlandesas no han dado más detalles al respecto ni han ofrecido una fecha concreta para este encuentro y han alegado “motivos de seguridad, según informaciones obtenidas por la cadena de televisión RTL. Las autoridades del país sí han aclarado que son “plenamente conscientes” de los “peligros de la influencia e injerencia extranjera en la justicia internacional”.
Las informaciones de ‘The Guardian’ apuntan a contactos encubiertos entre Cohen y la entonces fiscal a lo largo de 2018, antes de la apertura de una pesquisa formal sobre los presuntos crímenes contra la humanidad cometidos en los territorios palestinos por parte de Israel.
Dicha investigación preliminar, abierta finalmente en 2021, finalizó el pasado mes de mayo cuando el sucesor de Bensouda, Karim Khan, anunció que la Fiscalía del TPI solicitaba órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, por su política en el marco de la ofensiva militar puesta en marcha en Gaza tras los ataques del 7 de octubre.
La decisión de la Fiscalía de dirigirse a Sala de Cuestiones Preliminares para pedir estos arrestos contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, así como varios líderes del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) es una medida que el ‘establishment’ militar y político israelí lleva temiendo años, según han expresado las fuentes consultadas por el citado diario.
Las actividades de Cohen habían sido autorizadas al más alto nivel y se justificaban por el supuesto hecho de que el TPI, desde el punto de vista del Mossad, suponía una amenaza para el personal del Ejército israelí. Otra fuente cercana al Gobierno israelí ha indicado que el objetivo de la operación contra Bensouda era “poner a la fiscal en un compromiso o lograr que se convirtiera en alguien que cooperaría con las demandas de Israel”.
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