MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) demanda que la salud psicológica y emocional sea reconocida como “una prioridad en el diseño de planes asistenciales”.
Así lo ha manifestado, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Mental, la presidenta de la POP, Carina Escobar, quien ha apuntado que la atención a la salud mental “debe ser vista desde un enfoque biopsicosocial, integrando no solo el componente médico, sino también los factores psicológicos y sociales que influyen en el bienestar de los pacientes”.
Aunque la POP considera que con el Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024 del Ministerio de Sanidad se ha dado un “paso importante” hacia la mejora de la atención a la salud mental en España, “es fundamental que los sistemas de salud adopten un enfoque más coordinado y transversal, en el que se favorezca una mejor comunicación y colaboración entre los diferentes niveles asistenciales y especialidades”.
A este respecto, desde la POP apuestan por establecer protocolos de intervención preventiva desde el momento en que se recibe el diagnóstico de la enfermedad. “De esta forma, una derivación temprana podría evitar o reducir el impacto emocional negativo provocado por la enfermedad y contribuiría a mejorar los resultados en salud”, ha apuntado la presidenta.
APOYO A LAS FAMILIAS
En este día de la salud mental, desde la Asociación Vizcaína de Familias y Personas con Enfermedad Mental (AVIFES), miembro de la POP, destacan que detrás de cada persona con enfermedad mental hay una familia que necesita apoyo y, en este punto, “las asociaciones de pacientes tienen un valor y papel fundamental”.
“Es esencial la comunicación. Tener información para poder resolver dudas y no sentirse solo en el proceso. Desde las asociaciones acompañamos en esta situación con información, orientación y apoyo emocional, entre otros. Además, conocer a otras familias que ya han pasado por este proceso también puede ayudar”, afirmaron desde AVIFES.
Aunque una enfermedad mental se puede desarrollar a cualquier edad, desde la POP aseguran que es frecuente que aparezcan durante la adolescencia o los primeros años de la edad adulta. “Acudir a terapia individualizada o de grupo, a charlas o talleres es un punto de partida para aprender a gestionar cualquier dificultad y a desarrollar estrategias personales que permitan construir un proyecto de vida de manera independiente”, explican desde la Plataforma.
Además, subrayan que las mujeres también son otro de los colectivos vulnerables que viven habitualmente con problemas de salud mental y que,” como consecuencia de la sintomatología de la enfermedad y el estigma, ven marcada su trayectoria de vida. En este sentido, la formación es clave para la prevención y sensibilización de las diferentes situaciones de desigualdad y discriminación hacia las mujeres con problemas de salud mental”.
Por último, destacan que las personas mayores también sufren las consecuencias en su salud mental. En muchas ocasiones, explican, el malestar psicológico que produce que tener una enfermedad crónica en las personas mayores da lugar a que se relacionen menos o mucho menos que antes debido a su estado de salud lo cual refuerza la situación de malestar: a menor frecuencia de relaciones el malestar psicológico es mayor y viceversa. En cuanto al perfil de las personas con peor estado de ánimo, resaltan que son mujeres mayores de 80 años, con estudios y clase social baja, que padecen más de una enfermedad crónica.
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