MADRID, 14 (EUROPA PRESS)
Cientos de migrantes obligados a trabajar para redes de estafadores en Birmania han denunciado este viernes haber sufrido tortura, abusos y malos tratos tras su llegada a Tailandia después de ser liberados por un grupo armado birmano a medida que la junta militar lucha contra este tipo de bandas.
La mayoría de los 261 migrantes liberados –procedentes de una veintena de países– han asegurado haber sido víctimas del tráfico de personas y presentan heridas y marcas de violencia física en las extremidades, la espalda e incluso los ojos, según han relatado varios de los afectados al portal de noticias Irrawaddy.
Los afectados, que han alertado de que cientos de personas siguen siendo víctimas de estas bandas en suelo birmano, al otro lado de la frontera con Tailandia, presentan, además, significativas secuelas psicológicas a raíz de lo vivido durante lo que han tildado de “cautiverio”.
Un ciudadano paquistaní ha indicado que fue electrocutado prácticamente a diario y ha asegurado que mucha gente era torturada asiduamente. “Estas torturas eran llevadas a cabo por soldados del DKBA siguiendo órdenes de bandas chinas en respuesta a la imposibilidad de lograr las cuotas establecidas o la negativa de los migrantes a cooperar”, ha explicado.
El DKBA, el Ejército Democrático Budista Karen (DKBA), es un grupo insurgente budista que llegó a un acuerdo de alto el fuego con las autoridades birmanas tras escindirse del rebelde Ejército de Liberación Nacional Karen en los años 90.
Sin embargo, el grupo ha negado cualquier implicación en estos abusos y ha dicho “no tener constancia” de ellos, aunque han prometido abrir las investigaciones pertinentes para depurar responsabilidades, al tiempo que han anunciado la inminente liberación de más personas.
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