MADRID, 15 (SERVIMEDIA)
La Sociedad Española de Rehabilitación y Medicina Física (Sermef) subrayó este martes la “importancia” de detectar a tiempo los primeros signos de alarma del linfedema, una de las secuelas “más frecuentes” tras la extirpación de ganglios linfáticos en mujeres operadas por cáncer de mama.
Así lo manifestó la organización a través de un comunicado, presentado con motivo de la celebración del Día Mundial contra el cáncer de mama el próximo 19 de octubre, en el que también destacó que entre un 10% y un 67% de las pacientes “pueden desarrollar linfedema, dependiendo del tipo de tratamiento recibido” (cirugía, radioterapia o quimioterapia).
Desde la Sermef señalaron que el linfedema es una acumulación de líquido linfático en los tejidos que provoca y se manifiesta con los siguientes síntomas en el brazo: enrojecimiento, hinchazón y sensación de calor o pesadez en la extremidad. Detectar estos signos a tiempo “es fundamental para prevenir complicaciones”, ya que un diagnóstico temprano, junto con un tratamiento basado en la rehabilitación y el ejercicio físico, “mejora significativamente la calidad de vida de las pacientes”, advirtieron.
Una vez detectado el linfedema, explicaron, el tratamiento pasa por “un programa de rehabilitación” supervisado por un médico especializado en Medicina Física y Rehabilitación. El ejercicio físico, adaptado a cada paciente, es “una herramienta fundamental” para “mejorar el drenaje linfático, reducir la hinchazón y recuperar la funcionalidad del brazo afectado”.
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