MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) ha alertado sobre la “acuciante necesidad” de protección ante las nuevas prácticas sexuales, recordando que la infecciones de transmisión sexual (ITS por sus siglas en inglés) son la segunda causa de enfermedad infecciosa en Europa, por detrás de las infecciones respiratorias y, por ende, en un problema importante de salud pública tanto por su magnitud, como por sus complicaciones y secuelas si no se realiza un diagnóstico y tratamiento precoz.
En este sentido, la organización ha señalado que el ‘chemsex’ es un fenómeno creciente, que se da básicamente en grandes ciudades, y que está asociado con prácticas de riesgo que pueden facilitar la transmisión del VIH y otras ITS, además de ocasionar graves problemas de salud de tipo cardiovascular o mental.
Se considera ‘chemsex’ al uso intencionado de drogas, fundamentalmente de tipo estimulante y disociativas, para tener relaciones sexuales por un período largo de tiempo (que puede durar desde varias horas hasta varios días). Cuando el uso de algunas de estas drogas se realiza de forma intravenosa recibe el nombre de ‘slamming’.
Según los expertos, en la actualidad esta práctica da lugar al aumento de riesgo de infecciones en proporciones similares a tiempos pasados, con la terrible epidemia secundaria al consumo de heroína por vía endovenosa.
“Existe una gran variedad de drogas empleadas en la práctica del ‘chemsex, algunas de ellas son más frecuentemente consumidas en este ámbito, como por ejemplo el gammahidroxibutirato (GHL/GBL), la cocaína, la mefedrona y la metanfetamina, los ‘poppers’ (uso inhalado de nitritos de amilo, butilo o isobutilo), la ketamina, y fármacos de los usados para la disfunción eréctil: la combinación de algunas de estas drogas produce desinhibición y estimulación sexual. En este contexto, es habitual que se practique sexo sin protección con diferentes parejas sexuales y aumente el riesgo de contraer ITS, como el VIH”, ha dicho el coordinador del Grupo de Toxicología de SEMES, Guillermo Burillo.
De hecho, en palabras del experto, alrededor del 30 por ciento de los pacientes VIH positivos practican el ‘chemsex’, mientras que el ‘slamming’ se da en el 16 por ciento de ellos: se calcula que la práctica del chemsex puede triplicar el riesgo de infección por VIH y hasta duplicar el riesgo de ITS como clamidia y gonorrea, y se relaciona con un 80 por ciento de las seroconversiones por VIH.
Por otro lado, se ha detectado en las prácticas de ‘chemsex’ un aumento del consumo de las drogas conocidas como NPS (novel psychoactive substances), fácilmente accesibles por internet y escasamente detectables en los hospitales. Sustancias que solas o en combinación con otras drogas tienen consecuencias clínicas todavía no bien conocidas, pero preocupantes desde el punto de vista orgánica.
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