MADRID, 21 (EUROPA PRESS)
Un nuevo estudio sugiere que ciertos fármacos utilizados habitualmente para tratar el agrandamiento de la próstata pueden disminuir también el riesgo de demencia con cuerpos de Lewy (DCL).
Este hallazgo observacional puede parecer sorprendente, pero refleja un trabajo previo del equipo de la Universidad de Iowa Health Care (Estados Unidos) que relaciona los medicamentos con un efecto protector en el Parkinson.
Los investigadores de la UI piensan que un efecto secundario específico de los medicamentos se dirige a un defecto biológico compartido por la DCL y la enfermedad de Parkinson, así como por otras enfermedades neurodegenerativas, planteando la posibilidad de que puedan tener un amplio potencial para el tratamiento de una amplia gama de condiciones neurodegenerativas.
“Enfermedades como la demencia con cuerpos de Lewy, la enfermedad de Parkinson o la enfermedad de Alzheimer son debilitantes y no disponemos de buenos tratamientos que puedan modificar la progresión de la enfermedad. Podemos tratar los síntomas, pero en realidad no podemos ralentizar la enfermedad”, explica el autor principal del estudio, Jacob Simmering, profesor asistente de medicina interna de la UI.
“Una de las cosas más emocionantes de este estudio es que encontramos ese mismo efecto neuroprotector que vimos en la enfermedad de Parkinson. Si hay un mecanismo ampliamente protector, estos medicamentos podrían potencialmente ser utilizados para manejar o prevenir otras enfermedades neurodegenerativas”, ha añadido.
Los nuevos hallazgos fueron publicados en ‘Neurology’, la revista médica de la Academia Estadounidense de Neurología. La DCL es una enfermedad neurodegenerativa que causa un deterioro cognitivo sustancial y rápido y demencia. Aunque es menos común que el Parkinson, la DCL afecta aproximadamente a una de cada 1.000 personas al año, y representa entre el 3 y el 7 por ciento de todos los casos de demencia. Dado que el envejecimiento es un factor de riesgo clave para la DCL, es probable que sea más común a medida que la población envejece.
Para el nuevo estudio, los investigadores de la UI utilizaron una gran base de datos de información sobre pacientes para identificar a más de 643.000 hombres sin antecedentes de DCL que empezaban a tomar uno de los seis fármacos utilizados para tratar la hiperplasia benigna de próstata (agrandamiento de la próstata).
Tres de los fármacos, terazosina, doxazosina y alfuzosina (Tz/Dz/Az), tienen un efecto secundario inesperado: pueden potenciar la producción de energía en las células cerebrales. Los estudios preclínicos sugieren que esta capacidad puede ayudar a ralentizar o prevenir enfermedades neurodegenerativas como la EP y la DCL.
Los otros fármacos, la tamsulosina y dos inhibidores de la 5-alfa-reductasa (5ARI) llamados finasterida y dutasterida, no potencian la producción de energía en el cerebro y, por tanto, constituyen una buena comparación para comprobar el efecto de los fármacos Tz/Dz/Az.
A continuación, el equipo realizó un seguimiento de los datos de estos hombres desde que empezaron a tomar la medicación hasta que abandonaron la base de datos o desarrollaron demencia con cuerpos de Lewy, lo que ocurriera primero. Por término medio, los hombres fueron seguidos durante unos tres años.
Dado que todos los participantes fueron seleccionados para empezar a tomar un fármaco que trata la misma enfermedad, los investigadores razonaron que era probable que los hombres fueran similares entre sí al inicio del tratamiento.
Los investigadores también emparejaron a los hombres utilizando puntuaciones de propensión para características como la edad, el año en que empezaron la medicación y otras enfermedades que tenían antes de iniciar el tratamiento, para reducir aún más las diferencias entre los grupos.
“Descubrimos que los hombres que tomaban terazos eran menos propensos a desarrollar un diagnóstico de demencia con cuerpos de Lewy”, afirma Simmering. “En general, los hombres que tomaban medicamentos del tipo de la terazosina tenían aproximadamente un 40 por ciento menos de riesgo de desarrollar un diagnóstico de DCL en comparación con los hombres que tomaban tamsulosina, y alrededor de un 37 por ciento de reducción del riesgo en comparación con los hombres que tomaban cinco inhibidores de la alfa reductasa”, ha defendido.
Mientras tanto, no había una diferencia estadísticamente significativa en el riesgo entre los hombres que tomaban tamsulosina e inhibidores de la 5-alfa reductasa.
Se trataba de un estudio observacional y, por tanto, los resultados solo muestran una asociación entre la toma de los fármacos Tz/Dz/Az y un menor riesgo de desarrollar DCL, y no una relación causal.
Además, el estudio solo incluyó a hombres porque los fármacos se prescriben para problemas de próstata, lo que significa que los investigadores no saben si los resultados se aplicarían a las mujeres. Sin embargo, Simmering y sus colegas están entusiasmados con el potencial de estos fármacos, que ya están aprobados por la FDA, son baratos y se han utilizado con seguridad durante décadas.
“Si la terazosina y otros medicamentos similares pueden ayudar a ralentizar la progresión de la enfermedad, o incluso a prevenirla, sería importante para preservar la función cognitiva y la calidad de vida de los pacientes con DCL”, afirma Simmering.
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