BRUSELAS, 30 (EUROPA PRESS)
Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea tratan este viernes de sacar adelante una declaración sobre la respuesta común a la presión migratoria aunque ello implique renunciar a que tenga la forma de un texto de conclusiones adoptado por el conjunto de los Veintisiete y hacerlo, por tanto, sin el apoyo de Hungría y Polonia, cuyos primeros ministros rechazan de plano aceptar ninguna mención a la política de asilo.
La víspera, en la primera jornada de Consejo europeo en Bruselas, los líderes trataron durante horas de acordar un texto sobre la necesidad de una respuesta común para controlar la presión migratoria, evitar más tragedias en el Mediterráneo y luchar contra las mafias que trafican con personas.
El texto, vago en su redacción, parecía consolidado al inicio de la cumbre pero durante la reunión el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, advirtió de que no aceptaría “ningún texto en absoluto” sobre esta materia, según han desvelado varios de sus colegas a su llegada al segundo día de reunión.
Además de señalar a Orbán, que hizo valer su veto al texto de conclusiones con el apoyo del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, los mandatarios que han hecho declaraciones a la prensa este viernes han ligado el bloqueo al enfado de estos dos países con el resto de socios por acordar hace semanas un sistema para el reparto de la carga del asilo.
Aquel acuerdo salió adelante en una reunión de ministros de Interior en Luxemburgo por mayoría cualificada, esto es, pese al rechazo de Hungría y Polonia, y supone obligar a los gobiernos que no acepten reubicaciones de migrantes a compensar esa reserva con financiación o medios adicionales.
El acuerdo entre ministros, no obstante, marca la posición negociadora de los Veintisiete dentro del Pacto Migratorio pero no confirma aún la creación del mecanismo, que debe ser negociado con el Parlamento Europeo, por lo que Budapest y Varsovia presionan al bloque para dar marcha atrás y redefinir este mandato.
“No es aceptable”, ha advertido el primer ministro luxemburgués, Xavier Bettel, a su llegada al segundo día de reuniones en Bruselas, después de considerar “un problema” que Hungría y Polonia busquen reabrir una decisión validada por mayoría cualificada porque ello va en contra de los Tratados. “No podemos volver atrás o todos reabrirán la lista de todo lo decidido en los últimos diez años”, ha zanjado Bettel, quien ha dicho preferir que no haya conclusiones a que sean “malas”.
El primer ministro esloveno, Robert Golob, ha apuntado directamente a Orbán como responsable del bloqueo de la víspera: “Hungría dijo que no aceptaría ningún texto en absoluto”.
Por su parte, la primera ministra de Estonia, Kaja Kallas, ha defendido que el hecho de que se frustre la conclusión común en esta cita europea “no impacta” en la reforma de migración y asilo que la UE quiere cerrar de aquí a un año, pero ha concedido que “es más la amargura” por el desencuentro y el modo en que el amago de bloqueo “dañan” el camino hacia el acuerdo.
Fuentes europeos confirman que a lo largo del jueves se pusieron sobre la mesa varias alternativas a la primera redacción de los párrafos sobre migración incluidos en el texto de conclusiones de la cumbre, pero que las dos delegaciones “rechazaron todo” y quedó claro que “daba igual” cuál fuera la propuesta.
Así las cosas, los líderes retoman las discusiones este viernes para un último intento de texto común aunque para mantener la determinación del bloque por avanzar en la reforma migratoria pese a las trabas de Orbán y Morawiecki, los mandatarios estudian también la alternativa de una declaración del presidente del Consejo europeo, Charles Michel, con el apoyo “de 25 de los Veintisiete”.
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