La ‘cantada’ de una de las etarras del comando coincide con su declaración policial, el encuentro se produjo en noviembre de 2000 y el atentado fue en octubre
MADRID, 24 (EUROPA PRESS)
El Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (en concreto su unidad TEPOL), dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, ha remitido un informe al juez de la Audiencia Nacional que investiga el papel de los dirigentes de ETA en el asesinato del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol en octubre de 2000 en el que señala que el comando que perpetró el atentado se reunió con dirigentes de la banda en Francia con posterioridad a la acción terrorista.
El oficio de TEPOL llega después de que desde el juzgado se pidiera examinar los sellos de la organización terrorista que fueron entregados por Francia en 2018 para conocer si existía “un rastro documental” de una reunión orgánica celebrada entredirigentes de ETA y los miembros del comando Buruhaste que fuera previa al asesinato de Querol –atentado en el que también perdieron la vida su chófer, un escolta y un conductor de la EMT–.
Los investigadores señalan que cuando se desmanteló el comando en cuestión, con la detención de los etarras Ana Belén Egües Gurruchaga y Aitor García Aliaga, la primera, en su declaración ante la policía, indicó que ese “encuentro orgánico” se había producido, y apuntan que este hecho fue corroborado posteriormente por la propia Egües en su autocrítica o ‘cantada’ –escrito que los miembros de ETA remiten a la dirección de la banda relatando lo que han contado a la policía y dando detalles de hasta dónde la acción policial puede comprometer a otros integrantes–.
LA CANTADA DE EGÜES
La ‘cantada’ de Egües estaba incluida en los documentos que el operativo policial francés intervino en diciembre de 2002 durante la detención del dirigente de ETA Juan fernández Iradi, alias ‘Susper’. En concreto, el documento de la miembro del comando Buruhaste se hallaba en un ordenador portátil. Era un texto de ‘word’ en euskera que arrancaba con un “Ondorengoa nik polizari esan niona da:” y finalizaba con “eta baita zuei ere. HAIZEA”.
TEPOL en su informe policial plasma una parte de la traducción de esa cantada en la que la etarra dice que en la última semana de octubre de 2000 ella, Andoni –Gorka Palacios– y Txurdo recibieron “nota para subir” y que “hacia mediados de noviembre” subieron –a Francia–. Relata que viajaron de Salamanca a Santander en autobús, y que tras hacer noche en una pensión fueron a Pamplona.
Allí se metieron en un coche y tras 40 minutos les pasaron de noche por la frontera. Al amanecer les recogió en un coche rojo ‘Jon’ –el etarra José Antonio Olarra Guridi– y que luego permanecieron ella y Txurdo tres semanas en Francia, en un apartahotel de Argeles, donde recibieron visitas, según la cantada, de “Txapote, Jon y Ainhoa”.
Sobre Andoni –el etarra Gorka Palacios– dice que permaneció en ese apartahotel con ellos dos semanas porque se fue antes con Olarra Guridi.
En la comparación entre la cantada y la declaración policial de Egües, la TEPOL destaca que coinciden en lo esencial salvo algún detalle, y que por tanto el documento obrante en lo enviado por Francia “corrobora plenamente la declaración prestadaante la policía por Ana Belén Egües”. “En ambos documentos, el desplazamiento a Francia del comando ejecutor para el encuentro con dirigentes de la organización fue posterior a la comisión del acto terrorista” contra el juez Querol.
LA QUERELLA DE DIGNIDAD Y JUSTICIA
Fue en diciembre de 2021 cuando el magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 5, Santiago Pedraz, dio curso a una querella de Dignidad y Justicia que busca esclarecer el atentado. Así, acordó en un auto tomar declaración a casi una docena de exdirigentes etarras, entre ellos María Soledad Iparraguirre, alias ‘Anboto’; Javier García, ‘Txapote’, e Ignacio Miguel Gracia, ‘Iñaki de Rentería’, por el asesinato de Querol, que contaba con 69 años.
El magistrado recibió el pasado mes de noviembre un informe en el que la Guardia Civil identifica a ‘Iñaki de Rentería’, ‘Mikel Antza’, ‘Txapote’, ‘Jon’, ‘Baltza’, ‘Willy’, ‘Ramuntxo’, ‘Anboto’ y ‘Olga’ como miembros de la cúpula terrorista que dio las “órdenes oportunas” para matar al juez Francisco Querol y a otras dos personas.
A lo largo de 307 páginas, el Instituto Armado sitúa a estos nueve exdirigentes de ETA como miembros de su “máximo órgano de dirección” en esa época que “habrían participado en el diseño, dirección, seguimiento, facilitación de medios e impartición de las órdenes oportunas para la materialización de la acción terrorista”.
La Guardia Civil enmarca el asesinato de Querol en la nueva estrategia acordada en 1997 “de forma colegiada” por la dirección etarra de iniciar una serie de atentados contra jueces, magistrados y fiscales, tras la caída en 1992 de la cúpula de ETA en Bidart (Francia).
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