Inicio España Los incendios forestales extremos han aumentado en el mundo en las últimas...

Los incendios forestales extremos han aumentado en el mundo en las últimas dos décadas

0

MADRID, 24 (SERVIMEDIA)

La frecuencia y magnitud de los incendios forestales extremos en el planeta parecen haberse duplicado en los últimos 20 años y los seis peores años han ocurrido desde 2017.

Esa es la conclusión de un estudio realizado por tres investigadores de la Universidad de Tasmania (Australia) y publicado este lunes en la revista ‘Nature Ecology & Evolution’. Los autores se basaron en datos de satélite entre 2003 y 2023.

El cambio climático exacerba las condiciones de los incendios forestales, pero aún faltaban pruebas de las tendencias globales en la actividad extrema de los fuegos.

Los investigadores identificaron episodios de incendios forestales enérgicamente extremos calculando grupos diarios de potencia radiativa de fuego sumada utilizando 21 años de datos satelitales.

Indican que la frecuencia de incendios extremos se multiplicó por 2,2 veces entre 2003 y 2023, y los siete últimos años incluyen los seis con peores datos.

Aunque el área total quemada en la Tierra puede estar disminuyendo, el estudio destaca que el comportamiento del fuego empeora en varias regiones, particularmente en los biomas de coníferas boreales y templados, con implicaciones sustanciales para el almacenamiento de carbono y la exposición humana a desastres de incendios forestales.

MEDITERRÁNEO

Eduardo Rojas, de la Universidad Politécnica de Valencia y exdecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Montes, señala a Science Media Centre (SMC) España que el incremento de grandes incendios en el sureste de Australia tiene que ver “indudablemente” con el cambio climático, pero también con el abandono de las prácticas de incendios frecuentes y de baja intensidad que practicaban los pueblos aborígenes.

“Por el contrario, en el norte de Australia, con una mayor población aborigen, la situación ha evolucionado a mejor por la recuperación de las ancestrales prácticas de quemas controladas”, añade.

Rojas recalca que la virulencia de los fuegos en zonas próximas al Mediterráneo se debe “sin duda a la exacerbación del cambio climático, pero no menos al abandono rural, al emboscamiento activo (repoblación) y pasivo (invasión espontánea) y a la política de extinción sistemática de todos los incendios”.

Por otro lado, Cristina Santín, Investigadora Ramón y Cajal en el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (CSIC-Universidad de Oviedo-Principado de Asturias), indica que “el problema de los incendios se está agravando en muchas regiones del mundo”.

“Dicho problema no es que haya más o menos fuego en el mundo, sino que los incendios se están concentrando en algunas regiones y son cada vez más grandes e intensos. Esto aumenta su peligrosidad tanto para la sociedad como para el medio ambiente”, recalca.

Santín indica al SMC España que cada vez hay “fuegos más extremos, grandes y peligrosos, muchos de los cuales están ‘por encima de la capacidad de extinción’”, es decir, “no se pueden apagar con medios humanos (se acaban apagando cuando cambia el tiempo y/o cuando llegan a zonas en la que no hay más vegetación para quemar)”.

“Estos incendios queman enormes superficies en muy poco tiempo y a muy alta intensidad, por lo que son muy peligrosos tanto para los dispositivos de extinción como para las personas que viven en esas zonas. Además, sus consecuencias ambientales suelen ser también muy negativas ya que al ecosistema le cuesta mucho recuperarse”, comenta.

“OBVIO”

Jesús Santiago, de la Universidad de La Laguna, considera “obvio” que el problema de los incendios de gran magnitud “se está agravando año tras año”.

“Nos enfrentamos a una manifestación más de las consecuencias del calentamiento global. Me ha parecido sumamente interesante el dato de que las temperaturas y humedades nocturnas ya no suponen un freno para los incendios o su propagación (lo desconocía). Es una evidencia más de la gravedad del problema”, apostilla.

Por último, Víctor Fernández-García, de la Universidad de Lausana (Suiza), indica a SMC España que el estudio demuestra que los episodios extremos se han duplicado en las últimas dos décadas en el mundo “principalmente al aumento de la intensidad de incendios en los bosques templados y boreales de coníferas, dos biomas clave para el almacenamiento de carbono”.


- Te recomendamos -