MADRID, 31 (SERVIMEDIA)
Los incendios que afectaron a la Vall d’Ebo y Bejís de la Comunidad Valenciana arrasaron zonas de alto valor ecológico pertenecientes a la Red Natura 2000 y, por lo tanto, a los hábitat y especies protegidas por esta red, según alertó este miércoles SEO/BirdLife.
En este sentido, el incendio declarado en la Vall d’Ebo, en Alicante, arrasó casi 13.000 hectáreas, todas dentro del Lugar de Interés Comunitario (LIC) Valls de la Marina y la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Muntanyes de la Marina. Este espacio es importante para las rapaces, especialmente para el águila perdicera, catalogada como “vulnerable”.
En el caso del incendio de Bejís, en la zona del Alto Palancia en Castellón, un área de gran valor natural y paisajístico, se calcinaron 20.000 hectáreas de monte y se destruyó una parte de las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) Alt Palància y Curs Mitjà del riu Palància, con importantes masas de sabinares mezclados con carrascas y pino negro.
SEO/BirdLife manifestó que “es preciso adaptar las políticas y los recursos destinados a desarrollar labores preventivas que eviten las causas no naturales de los incendios y que reduzcan la virulencia de los que, inevitablemente, se producirán”.
A su vez, incidió en que un espacio natural en buen estado de conservación y con una adecuada gestión durante todo el año es clave para prevenir y minimizar los peores estragos del fuego.
El delegado de la ONG en la Comunidad Valenciana, Mario Giménez, explicó que el cambio climático está ampliando el periodo en el que, por altas temperaturas, olas de calor, sequías, tormentas y vientos, el riesgo de incendios se convierte en crítico, y la capacidad destructiva de los mismos aumenta.
Por eso, instó a los responsables de la gestión del territorio, comunidades autónomas, los servicios de apoyo del Gobierno de España y los cabildos y ayuntamientos, a poner en marcha medidas de prevención urgentes que se ajusten a la nueva realidad climática.
Desde SEO/BirdLife señalaron que es imprescindible que España cuente con “una política permanente, unificada e integral” de prevención y control de incendios, “que respete los objetivos de conservación y restauración de la biodiversidad y de los sumideros forestales”, de acuerdo con unos mínimos establecidos a nivel estatal, incluyendo criterios de conectividad.
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