MADRID, 26 (EUROPA PRESS)
Los hogares españoles más vulnerables gastarán este año alrededor de un 70% más, o lo que es lo mismo, unos 550 euros más, en su factura energética que en 2020, según un estudio de la firma británica de análisis Cambridge Econometrics.
El informe muestra cómo los combustibles fósiles están contribuyendo “de forma desmesurada” a los recientes picos de inflación en España y analiza el actual contexto de crisis energética desencadenada por la invasión rusa de Ucrania.
Así, destaca que los combustibles fósiles (combustibles para el transporte y gas) supusieron aproximadamente el 23% del total de la inflación interanual registrada en mayo de este año, el 25% de la de la que se produjo en junio y el 19% de la de julio.
Carl Heinemann, autor del informe, indicó que la crisis energética “ha puesto de manifiesto las implicaciones de que los mercados energéticos europeos sigan ligados a la volatilidad de los precios de los combustibles fósiles, a pesar del creciente porcentaje de energías renovables en el mix energético”.
Por ello, señaló que aumentar la cuota de energías renovables, el transporte electrificado y la calefacción eficiente en España “podría tener un efecto desinflacionista y mejorar la estabilidad de los costes diarios de los hogares y las empresas”.
El informe subraya que la proporción del gasto en energía respecto al total de gasto de los hogares ha aumentado considerablemente en los últimos dos años. Así, un hogar medio perteneciente al 20% de la población con los ingresos más bajos (quintil más bajo) dedicará en 2022 el 8,8% de su gasto total a la energía, mientras que en 2020 ese porcentaje fue del 5,6%.
De esta manera, un hogar de las citadas características gasta ahora alrededor de un 72% más en energía que en 2020, lo que supone unos 550 euros más.
En el extremo opuesto, el estudio indica que un hogar medio perteneciente al 20% de la población con los ingresos más altos (quintil más alto) dedicará este año el 5,09% de su gasto total a la energía, mientras que en 2020 ese porcentaje fue del 3,34%.
Por ello, subraya que los hogares con bajos ingresos gastan en su factura energética una parte proporcional mayor de sus ingresos totales que los hogares más ricos. De este modo, un hogar medio perteneciente al 20% de la población con los ingresos más bajos dedicará en 2022 un 73% más a gasto en energía en relación con sus gastos totales que un hogar medio incluido en el 20% de la población con los ingresos más altos.
En el contexto actual de volatilidad histórica de los precios mundiales de los combustibles fósiles y su impacto en las economías cuando sus precios son altos, Cambridge Econometrics cree que una mayor expansión de las energías renovables parece constituir la opción política correcta.
“Impulsar la cuota de renovables aumenta la independencia energética, reduce la exposición de los consumidores nacionales a los precios del mercado mundial y tiene el potencial de hacer bajar los precios de la electricidad a largo plazo”, señala.
EL TOPE AL GAS REDUCE EL PRECIO MAYORISTA, PERO TIENE UN ALTO COSTE.
En relación con las medidas para proteger a los consumidores, el estudio subraya que el ‘tope al gas’ ha reducido y estabilizado significativamente los precios mayoristas de la electricidad en España en comparación con otros países europeos, como Francia por ejemplo.
No obstante, subraya que la medida tiene un alto coste y que, a largo plazo, estas intervenciones de emergencia podrían evitarse invirtiendo en el almacenamiento en baterías y en energía hidroeléctrica de bombeo para reemplazar al gas en los picos de demanda de electricidad.
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