MADRID, 22 (SERVIMEDIA)
Las personas adultas mayores tienen más riesgo de sufrir un derrame cerebral si experimentaron el divorcio de sus padres durante la infancia.
Esa es la conclusión de un estudio realizado por investigadores de las universidades de Toronto y Tyndale (Canadá), y de Texas en Arlington (Estados Unidos), y publicado este jueves en la revista ‘PLOS ONE’.
El estudio se basó en una encuesta de vigilancia de factores de riesgo conductual con las respuestas de 13.205 estadounidenses mayores, de los cuales un 13,9% vieron de niños cómo sus padres se divorciaban.
Entre los estadounidenses de 65 años o más, uno de cada nueve cuyos padres se habían divorciado informó de que le habían diagnosticado un accidente cerebrovascular, en comparación con uno de cada 15 de cuyos progenitores no se habían separado durante su infancia.
Es decir, la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular es 1,61 veces mayor entre los adultos que vivieron el divorcio de sus padres antes de cumplir los 18 años.
“Nuestro estudio indica que, incluso después de tener en cuenta la mayoría de los factores de riesgo conocidos asociados con el accidente cerebrovascular (incluido el tabaquismo, la inactividad física, los ingresos y la educación más bajos, la diabetes, la depresión y el bajo apoyo social), aquellos cuyos padres se habían divorciado todavía tenían un 61% más de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular”, sentencia Mary Kate Schilke, profesora universitaria del Departamento de Psicología de la Universidad de Tyndale.
ABUSO INFANTIL
La fuerte asociación encontrada entre el divorcio de los padres y el ictus es similar en magnitud a otros dos factores de riesgo bien establecidos para el derrame cerebral: la diabetes y la depresión.
Los investigadores excluyeron a los participantes que tenían antecedentes de abuso infantil. “Descubrimos que, incluso cuando las personas no habían sufrido abuso físico y sexual en la infancia, y tenían al menos un adulto que las hacía sentir seguras en el hogar de su infancia, todavía tenían más probabilidades de sufrir un derrame cerebral si sus padres se habían divorciado”, apunta Philip Baiden, profesor asociado de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Texas en Arlington.
En este estudio, otras formas de adversidad infantil no se asociaron significativamente con el accidente cerebrovascular, incluido el abuso emocional, la negligencia, las enfermedades mentales en el hogar y el abuso de sustancias o la exposición a la violencia doméstica de los padres.
ESTRÉS
Los autores indican que no está claro por qué existe el vínculo entre el divorcio de los padres y el accidente cerebrovascular, pero teorizan que podría haber factores tanto biológicos como sociales en juego.
“Desde una perspectiva de arraigamiento biológico, la separación de los padres durante la infancia podría provocar niveles elevados y sostenidos de hormonas del estrés”, recalca Esme Fuller-Thomson, profesora en la Facultad de Trabajo Social y directora del Instituto de Ciclo de Vida y Envejecimiento de la Universidad de Toronto, quien agrega: “Experimentar esto durante la infancia podría tener influencias duraderas en el desarrollo del cerebro y en la capacidad del niño para responder al estrés”.
Schilke concluye: “Si investigaciones futuras encuentran vínculos similares entre el divorcio de los padres y los accidentes cerebrovasculares, es posible que el conocimiento sobre si el paciente creció o no en una familia intacta sea utilizado por los profesionales de la salud para mejorar la difusión dirigida a la prevención y educación sobre los accidentes cerebrovasculares”.
El estudio no fue diseñado para analizar el mecanismo potencial de esta asociación ni para demostrar causalidad. Las conclusiones pueden no ser generalizables a las generaciones más jóvenes, que han experimentado tasas generales más altas de divorcio de los padres.
Sin embargo, los autores señalan que sus datos apoyan una asociación entre el divorcio de los padres durante la infancia y un mayor riesgo de accidente cerebrovascular, incluso en ausencia de abuso infantil y otros traumas.
- Te recomendamos -